Internacionales
12/6/2018
Huelga general de camioneros en China
Caravanas de miles de camiones recorren las rutas del país.
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Las protestas de camioneros en China, comenzadas en abril, han derivado finalmente en huelga general a partir del 8 de junio. La verdadera magnitud de la medida es difícil de conocer por el completo silencio de los medios de prensa —todos ellos en manos de los burócratas multimillonarios que dirigen al PCCh— pero las redes sociales estallan con imágenes de larguísimas caravanas de camiones en huelga, lo cual ya provoca “pérdidas financieras constantes y de monto impredecible a lo largo de las rutas” (China Labour Bulletin, 11/6).
Las caravanas de camiones llevan pancartas con consignas contra la jornada de trabajo de 12 horas y contra el constante aumento de los combustibles —multiplicaron su precio en unos pocos años— cuyo costo debe ser solventado por los camioneros. Los conductores son considerados “trabajadores independientes” y están sometidos a contratos leoninos en favor de los pulpos empresariales. Ahora, el gobierno amenaza con sancionar a los que tomen parte en las caravanas por “violación a las leyes de tránsito” (ídem), lo cual habla de la impotencia gubernamental, al menos por el momento, para reprimir la medida y, al mismo tiempo, da indicios de la extensión de la huelga.
En principio, informes de corresponsales aseguran que el paro es total en una docena de grandes ciudades, entre ellas Shandong, Sichuan, Chongqing, Anhui, Jiongxi, Hanan y Zhejiang. Una masiva convocatoria a la huelga general de transportistas dice: “Ya no podemos soportar esto ¡Debemos unirnos! No moriremos de hambre por no trabajar unos días (…) pero no sobreviviremos con las tarifas ridículamente bajas que nos pagan”.
La medida de fuerza se desenvuelve a pesar y en contra de la burocracia de los sindicatos oficiales, y tiene su antecedente más próximo en la huelga y movilizaciones de los conductores de camionetas que trabajan para el pulpo hongkonés Lalamove, que tuvo su epicentro en Shenzen y afectó fuertemente a cinco ciudades. Aquella huelga se produjo el 1° de mayo y fue la continuación de movilizaciones comenzadas en abril.
También el 1° de mayo hubo una huelga nacional de operadores de grúas, seguida por una serie de protestas de obreros industriales que recorrió el país durante todo mayo en no menos de una treintena de ciudades. En casi todos los casos el reclamo central de los trabajadores fue el aumento salarial, el sistema de contratos y la jornada de 8 horas (en promedio se trabajan 12).
Como se ve, ese gigante que es el proletariado chino continúa su despertar.