Huelga general en Guipúzcoa

Harri Batasuna —organización nacionalista vasca— convocó a una huelga general en Guipúzcoa en protesta por el asesinato de dos de sus militantes a manos de la policía.


Aunque la prensa oficial intentó silenciar la protesta, su alcance fue muy importante en toda la provincia vasca y logró desmontar la campaña montada por el Estado y sus partidos para salvar la responsabilidad de los policías acusados por el asesinato.


Los días previos a la huelga se caracterizaron por una gran movilización popular: encabezadas por los jóvenes, se realizaron manifestaciones y acciones callejeras en todo el país vasco. El día de la huelga, la paralización fue total en la enseñanza, el comercio, la hotelería, los bancos, la administración pública y el transporte.


Entre el proletariado industrial, Harri Batasuna estimó el paro en un 70%. El paro salió contra la oposición de las centrales sindicales del stalinismo (Comisiones Obreras) y la socialdemocracia (UGT). La huelga —tanto en el sector industrial como en el de servicios— enfrentó a un aparato policial sin precedentes, que pudo ser derrotado gracias a la enérgica actitud de los piquetes, conformados, cada uno, por cientos de militantes y huelguistas.


La huelga ha constituido —sin dudas— una victoria de la lucha por las libertades democráticas, contra la violencia, las torturas y los asesinatos policiales y por la autodeterminación del pueblo vasco. Todos los partidos del régimen monárquico-socialista, incluido el stalinista, se opusieron a la huelga.


El periódico “La Aurora” (7/10) —de donde extractamos la presente información— caracteriza que la huelga de Guipúzcoa es “un síntoma del giro que ha comenzado a operar toda la situación política” en el país vasco.