Internacionales
3/10/1996|513
¿Huelgas en la General Motors?
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Luego del convenio laboral firmado por el sindicato automotriz norteamericano (U.A.W.) con la Ford, las negociaciones por la renovación del convenio con la GM de Canadá, transitan por una vía diferente; según el presidente de la Canadian Auto Workers (CAW) “será muy difícil lograr una resolución sin una huelga” (CAW Auto Talkslnfo, 23/9).
Sucede que la GM canadiense tiene programado el cierre de dos plantas de piezas, y el traslado de la producción de un número importante de autopartes fabricadas en otras plantas, a proveedores que emplean trabajadores no sindicalizados, lo que provocaría más de 5.000 despidos (el 20% de su actual dotación). Al mismo tiempo, la GM ha impuesto un régimen interno de horas extras que viola el convenio vigente y pretende que se le reconozca el derecho a imponer una jomada diaria superior a las 8 horas. Finalmente, la GM se niega a aceptar una “garantía de empleo” similar a la que el CAW obtuvo en el contrato que recientemente firmó con la Chrysler: por cada empleo perdido por subcontratación en la fabricación de auto- partes, la empresa se compromete a crear un número similar de empleos en otras plantas. En consecuencia, los mecánicos canadienses de la GM se están preparando para ir a la huelga, que comenzaría el 2 de octubre; la CAW anunció que estudia un plan de “huelgas escalonadas” (ídem).
Al mismo tiempo, se han conocido algunos de los reclamos que la patronal de la GM norteamericana llevará a las paritarias con la UAW. Pretende reducir el número de categorías, para imponer a cada trabajador una mayor cantidad de tareas (“polifuncionalidad”). Quiere, también, una rebaja sustancial del porcentaje del ‘salario pleno’ que reciben los trabajadores que recien ingresan y un período mucho más prolongado que el actual de tres años para que estos trabajadores obtengan salarios y beneficios equivalentes a los de los trabajadores más antiguos. Una indicación de lo que quiere la patronal es el convenio que acaba de firmar con el sindicato de trabajadores de la electricidad, que agrupa a unos 3.000 trabajadores de sus plantas de Dayton: el pago inicial para los trabajadores de producción será del 50% del ‘salario pleno| al que se llegará sólo después de ¡quince años! de trabajo. Este punto es de una importancia decisiva para la patronal; se calcula que en los próximos siete años se jubilarán 250,000 mecánicos, la mitad de ellos de la GM. Finalmente, la GM quiere tener las ‘manos libres’ para reducir en 70.000 trabajadores su actual dotación (el 15% del total)... ¡después de haber despedido más de 80.000 obreros en los últimos seis años! Por eso anunció que “no aceptará ninguna garantía de empleo”, ni ninguna limitación a su política de ‘subcontratar’ la fabricación de autopartes. El ‘pliego' de la GM es, realmente, una declaración de guerra.
La pretensión de la burocracia sindical norteamericana de encontrar un ‘punto medio’ entre las reivindicaciones obreras y las pretensiones patronales está condenada al fracaso.