Internacionales
25/10/2014
Huelgas y protestas en el Reino Unido
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En el marco de una semana de huelgas y protestas, cien mil trabajadores se movilizaron en Londres, y algunos miles en Glasgow y Belfast, en reclamo de un aumento salarial y en repudio a las políticas de ajuste y recortes del gobierno conservador de Cameron. Según el Trade Union Congress (TUC), la confederación de sindicatos, “los empleados públicos cobran 50 libras (casi 80 dólares) menos a la semana que en 2008. Los sueldos llevan congelados cuatro años y el incremento se limita este año al uno por ciento, por debajo de la tasa de inflación”. El sueldo mínimo es de 10,46 dólares la hora, y el costo del transporte diario del trabajador oscila entre los 14 y 27 dólares, según el horario. A las protestas se añadieron algunas huelgas sectoriales, como la del sector público de la salud, que abarcó a cientos de miles de trabajadores y es la primera que se desarrolla desde los ’80. En julio hubo un importante paro de los estatales británicos, y los trabajadores del subterráneo de Londres enfrentan desde principios de año los intentos de la patronal RMT de proceder a centenares de despidos (ver PO 1323). Las próximas semanas irán a la huelga los radiólogos, personal de las cárceles y otros sectores.
Al retroceso en materia salarial, se añade en el Reino Unido un crecimiento del desempleo juvenil, que duplica los guarismos previos a los inicios de la crisis, así como de los centros de asistencia alimentaria, y de la tasa de pobreza infantil. "La década 2010-2020 va a ser la primera en la historia con un crecimiento de la pobreza absoluta infantil (definida como 'la falta de recursos suficientes con los que mantener el cuerpo y el espíritu juntos') desde que se comenzó a registrar este dato en los años 60", según la Comisión en Movilidad Social y Pobreza Infantil, un ente intergubernamental (Ria Novosti, 20/10). Las direcciones sindicales, cómplices de recortes y despidos, buscan conducir el proceso hacia una votación por el también ajustador Partido Laborista en 2015, y no a un plan de lucha. A tal efecto, se encargan de espaciar las huelgas en distintos días de la semana, e incluso en diferentes horas del mismo día. A la vez, circunscribieron las protestas al sector público. Varias crónicas de los sitios de la izquierda británica indican, sin embargo, la disconformidad de un amplio sector de los trabajadores con esta política, quienes reclaman la huelga general para quebrar la política de austeridad.