Importante avance del clasismo

En Adeom y Bancarios

Las elecciones realizadas en dos de los más importantes sindicatos uruguayos, el bancario primero y el municipal de Montevideo después, han significado un rudo golpe a la burocracia sindical frenteamplista y un registro de un giro a la izquierda de los trabajadores.


En bancarios, las listas de la burocracia frenteamplista perdieron, en conjunto, 1.100 votos (la lista 98, ligada al ala derecha del FA perdió 900 votos; la del PCU perdió 200). El frente clasista conocido como “Ruc”, que fue la única lista que se opuso a lo largo de toda la crisis bancaria a la política de salvataje de los banqueros y de liquidación de los puestos de trabajo y de las conquistas de los bancarios, creció en un 20%.


El “Ruc”, integrado entre otros por el Partido de los Trabajadores, sólo presentó lista en el Consejo de la banca estatal. Allí el retroceso de la burocracia frenteamplista fue mayúsculo: perdió el 20% de los votos y fue superada por el “Ruc” en dos de los bancos más importantes, el República y el Banco de Seguros. En la banca privada, el retroceso de la burocracia frenteamplista se manifestó en una creciente abstención.


En Adeom, los resultados fueron todavía más contundentes. Todas las listas frenteamplistas, que trabajaron para impedir primero y reventar después la huelga municipal contra la rebaja salarial del intendente Arana, sufrieron una paliza electoral. La lista del PC perdió casi 700 votos; la del MPP 300. La mayoría de la nueva directiva de Adeom quedó en manos de las listas clasistas; este triunfo, sin embargo, no expresa acabadamente todo el potencial de la victoria. El hecho de que no se presentara unido el frente clasista de las agrupaciones que encabezaron la huelga no permitió que se aplastara en forma todavía más contundente a las listas burocráticas.


Entre las listas clasistas, las votaciones más destacadas correspondieron a la 17 y a la 1980, integrada por el Partido de los Trabajadores e Independientes, que fueron las que estuvieron a la cabeza de la organización de los piquetes y las ocupaciones durante la huelga general. La 1980 ganó en la mayoría de los cantones de limpieza (el sector más combativo del gremio) y en otros sectores obreros. El resultado de las elecciones es un mandato para la defensa de las condiciones salariales y de trabajo frente a los ajustes del gobierno frenteamplista de Arana.


Los trabajadores votaron contra las corrientes que dirigen el PIT-CNT y que, cumpliendo las directivas del FA, han establecido una tregua con el gobierno y las patronales para “aguantar hasta el 2005” (fecha de la asunción del próximo presidente). Estos resultados, al poner de relieve que los trabajadores buscan reagruparse en torno de las corrientes más combativas, preanuncia un período de luchas.