INFORME DESDE BOLIVIA | Por un Congreso de la COB

El martes 4, los trabajadores fabriles intentaron tomar el Ministerio de Trabajo y fueron duramente reprimidos. Días antes, los fabriles habían comenzado una huelga de hambre rechazando el ínfimo incremento salarial del 5% decretado por el gobierno.

Pero no sólo se trata de los fabriles: también el sector salud, el magisterio, los policías y los mineros se movilizan en rechazo al ajuste salarial. En el caso de los policías, el incremento sería tan sólo del 3%, motivo por el cual sus esposas han recurrido al ayuno voluntario. Ante el descontento de los policías, el vicepresidente Alvaro García Linera ha manifestado que éstos deben conformarse y acatar órdenes, y que “si quieren deliberar, se quiten el uniforme”.

La marcha del 1º de Mayo se ha desarrollado en una coyuntura totalmente distinta a la del año pasado, cuando Pedro Montes (máximo de la COB) encabezaba la marcha de los trabajadores junto al presidente Evo Morales. Este sábado ninguno se apareció para figurar. La marcha se caracterizó no sólo por los estribillos en contra del pobre incremento salarial, sino también porque se pidió la renuncia de tres ministros (Obras Públicas, de Economía y de Trabajo).

“Montes, traidor; Congreso de la COB” fue el estribillo dedicado a Pedro Montes, quien se ha supeditado al gobierno y sigue postergando el Congreso para mantenerse en el cargo.

Con Evo o con Goni: ganan las transnacionales

En paralelo a las movilizaciones de protesta desarrolladas el 1º de Mayo, el Presidente “nacionalizaba” tres generadoras de energía eléctrica que se encontraban en un 50% en manos de empresas privadas. El show incluía, como en 2006 (durante la “nacionalización” de los hidrocarburos), la presencia de militares en una de las plantas eléctricas. Sin embargo, la tan publicitada nacionalización no llega a ser más que la compra de las acciones que estaban en manos de las privadas, para lo cual el gobierno ha manifestado que dispondrá alrededor de 50 millones de dólares. De esta manera, sólo ganan las empresas (Ecoenergy Internacional, Rurelec PLC y The Bolivian Generatión Group). Ganaron con la capitalización cuando Sánchez de Lozada y Banzer, prácticamente les regalaron las empresas del Estado. Ahora ganan con la compensación que se les otorgará, esta vez con Evo.

El gobierno, con los empresarios

“El gobierno tiene que definirse si está con los pobres y humildes de este país o está con los empresarios privados”, manifestó Wilson Mamani, secretario ejecutivo de la Confederación de Fabriles, en cuanto al incremento salarial que el gobierno había dictado con el acuerdo de la empresa privada. Los empresarios privados, por su parte, manifestaron que ellos se atendrán al “estricto cumplimiento” de la ley y que sólo proporcionarán lo establecido: 5%. No hay dudas, el gobierno se definió por los empresarios.

Mientras el martes 4 en todo el país se producían movilizaciones, bloqueos y marchas acatando el paro nacional movilizado, desde el gobierno daban diversas apreciaciones: unos decían que se acató parcialmente y otros aseguraban que fue un fracaso. En lo que sí coincidían era en que no habrá incremento del 12%, como solicitan algunos sectores.

La jornada de paro más violenta se registró en La Paz. A punta de dinamita, con pinturas, petardos, los fabriles enfurecidos intentaron tomar el Ministerio de Trabajo e incendiarlo. La policía reprimió violentamente, incluso intervino la sede de los fabriles, tirándole gases a los trabajadores que hacían huelga de hambre.

“Es una infiltración de la derecha para confundir a los trabajadores”, manifestaba Evo Morales (recién vuelto de la Unasur) al enterarse de la acción de los trabajadores fabriles.

Propuesta del gobierno: pan y agua para los trabajadores

En el marco del neoliberalismo más puro, personeros del gobierno han sugerido a los trabajadores que lo que tienen que hacer es arreglarse con la patronal y negociar con ellos un incremento.

“Si no se tiene: a plan de agua y marraqueta (pan)”, dijo el viceministro de Gobierno, sugiriendo que los trabajadores tienen que conformarse con su salario. Para los fabriles que tienen un sueldo de 647 Bs, el 5% les significa 32 Bs de incremento mensual. Es decir 1 boliviano diario, lo que en Bolivia sólo alcanza para dos panes.

Pero no sólo se trata de movilizaciones en torno a reivindicaciones laborales. El gobierno enfrenta además huelgas de hambres de partidos y agrupaciones ciudadanas, descontentos con la asignación de escaños para las asambleas departamentales. Y la población de Caranavi tiene bloqueada hace diez días la carretera a los Yungas, Beni y Pando en demanda de una planta procesadora de cítricos.

No sólo se trata del retroceso electoral del MAS en las últimas elecciones del 4 de abril. El revés recibido por el MAS en esa ocasión no ha tardado en traducirse en una serie de movilizaciones sectoriales con demandas y reivindicaciones puntuales. Como vislumbrábamos en ocasiones anteriores, el MAS acelera su derechización poniendo al descubierto su política proburguesa y generando rupturas con los sectores que antes lo apoyaban. El MAS es antiobrero, no es la primera vez que manda a las fuerzas policiales a reprimir a los trabajadores. Ya lo había hecho en 2008, cuando se asesinó a dos mineros en Caihuasi.

Mila Matías