“Ingroia no es un comunista”

Entrevista a Marco Ferrando en L’ Unità

El Partido Comunista de los Trabajadores se presenta solo y no renuncia al símbolo de la hoz y el martillo. "No podemos aliarnos a la izquierda liberal o aquella que la busca"


"Nuestro programa tiene la misma factura que hace cuarenta años, sin transformismos ni deslizamientos, el mismo que en mi juventud". Marco Ferrando, genovés de 54 años trasplantado a Roma, lo reivindica sin temor a ser acusado de narcisismo nostálgico. Frente redondeada, barba entrecana y sonrisa fácil, y una cara familiar para todos en las manifestaciones de la izquierda en la capital. El suyo no es un partido personal, pero el Partido Comunista de los Trabajadores por la Refundación de la Cuarta Internacional -escindido de Refundación Comunista durante la constitución del gobierno de Prodies prácticamente una reliquia histórica, a pesar de que aún vive. A diferencia de otras pequeñas formaciones marxista-leninistas como Lucha Comunista -aquella del fastidioso puerta a puerta-, el PCL se presenta a las elecciones desde 2008. Y logrará también esta vez presentar lista en casi todos los colegios de Cámara y Senado, incluso en las islas, al menos es lo que promete su "portavoz nacional".


-Su símbolo, que recuerda al de Democracia Proletaria, será el único con la hoz y el martillo en la boleta electoral


– Absolutamente sí. Será el único en este escenario casi confuso. Nosotros somos el único partido estructurado nacionalmente de la considerada "izquierda radical" y absolutamente autónomo de la centroizquierda.


-¿Por qué no confluyen con los naranja?


-Estamos vinculados con una concepción de la izquierda conectada con el mundo del trabajo y ellos no. Menos podemos coaligarnos con el IDV, que pertenece a los liberales europeos y responsable del hundimiento del Comité de Investigación sobre el G8. Aquel reagrupamiento es un arca de Noé. Reúne varios temas en la búsqueda de una colocación parlamentaria, fuerzas que se presentan autónomamente sólo porque han quedado afuera del Partido Democrático y están abiertamente dispuestos a coordinar con el PD en la próxima legislatura. Además, tienen un programa ecléctico y confuso que, en su punto 6, quiere liberar a las empresas de "cuerdas y lazos" y de impuestos, un planteo que ya se había escuchado, pero no por parte de la izquierda. Una actitud despectiva hacia gran parte la parte de sus bases y también de su electorado.


-Como se dice ahora, ¿cuál es su agenda?


– Tenemos un programa anticapitalista y revolucionario: nacionalización de las empresas que despidan, nacionalización de la banca, abolición de la deuda pública, expropiación de los bienes de la Iglesia.


 


6 de enero de 2013