Internacionales
31/1/2021
Irlanda: un informe revela la muerte de 9 mil niños en hogares de la Iglesia Católica
Entre 1920 y 1990.
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La Iglesia Católica y el gobierno de Irlanda piden ser disculpados luego de que una investigación, publicada a comienzos de enero, pusiera en evidencia los abusos cometidos en orfanatos y una red de hogares para madres solteras.
El informe en cuestión señala que murieron alrededor de 9.000 niñes en total, es decir un 15% de los infantes que se encontraban en esos hogares entre las décadas de 1920 y 1990. Además, se conoció que eran arrojados en fosas comunes sin ningún tipo de identificación. Las jóvenes embarazadas fueron ocultadas a la sociedad, también obligadas a parir en soledad, sin ningún tipo de medicamentos y por si fuera poco, los bebés que sobrevivían eran arrebatados de sus madres y enviados al extranjero para su adopción.
El reporte oficial se conoció recién este año, demostrando mucho más el encubrimiento que existió y existe hasta la actualidad de parte de la Iglesia en complicidad con el gobierno.
Las sobrevivientes han señalado que los bebés eran maltratados ya que manchaban la reputación de una Irlanda devota y religiosa.
En Irlanda, la poderosa Iglesia Católica ha ido perdiendo influencia a medida que las verdades oscuras de sus instituciones empezaron a salir a la luz. Fue así como en el país se empezó a dar un largo proceso de secularización en las últimas décadas, repudiando las acciones truculentas del clero.
Si bien existe una gran parte de su población que sigue siendo muy religiosa y conservadora, no puede pasar desapercibido que Irlanda, en el año 2015, haya sido el primer país en legalizar el matrimonio igualitario por medio de un referéndum (60 por ciento de los votos a favor). En 2018, además, se legalizó el aborto tras un referéndum en que votó a favor más del 67% de los participantes.
El gobierno reconoció, en palabras del ministro de la Inflancia, Roderic O’Gorman, que “el informe deja claro que durante decenios, Irlanda tuvo una cultura asfixiante, opresiva y brutalmente misógina, en la que la estigmatización generalizada de las madres solteras y sus hijos robaba a esas personas su independencia y, a veces, su futuro” (Infobae, 13/1).
Por otro lado, el primer ministro, Micheál Martin, con una declaración, salió a pedir disculpas y a la vez a culpar a la sociedad irlandesa de ese momento. De este modo, desvía la verdadera culpabilidad y responsabilidad del clero que manejaba esos hogares.
La lucha contra la injerencia de las instituciones religiosas en la sociedad es algo que traspasa fronteras. Es importante que las masas puedan denunciar y dar una batalla para garantizar la separación de la iglesia y el Estado y para acabar con la opresión de estas instituciones que en la actualidad no hacen más que ser cómplices de las miserias que impone este sistema capitalista.