Israel amenaza ahora con una “operación muy intensa” contra el Líbano

La barbarie sin límites del sionismo.

Bombardeo israelí sobre el Líbano

A casi ocho meses del comienzo de las operaciones en la Franja de Gaza, las fuerzas israelíes bombardearon una escuela administrada por la agencia de refugiados de Naciones Unidas en Deir Al-Balah, dejando 37 muertos, entre ellos niños y ancianos. El gobierno hebreo justificó la operación, argumentando que se trataba de un cuartel de Hamas.

En paralelo, Israel reinició ataques aéreos y terrestres sobre los campos de desplazados y continúa las operaciones en Rafah, de donde tuvieron que huir un millón de personas. La ofensiva genocida de Israel ya dejó casi 37 mil muertos en Gaza. En Cisjordania, mientras tanto, son más de 500 los fallecidos, y en las últimas horas se conocieron nuevas agresiones de las bandas de colonos armados contra la población civil.

El belicismo criminal del Estado israelí no conoce límites. En medio de la devastación de Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu amenazo ahora al Líbano, al señalar que está preparado para una “ofensiva muy intensa en el norte”. Desde que Israel invadió Gaza, la milicia Hezbollah y Tel Aviv intercambian ataques aéreos que dejaron más de 500 muertos en Líbano y 30 en Israel. La amenaza de Netanyahu se produjo luego de que un dron de la organización chiita causara un incendio en un campo israelí.

A la par de Netanyahu, los ministros más recalcitrantes del gobierno no ocultaron tampoco sus deseos. Bezalel Smotrich, ministro de finanzas y miembro del Partido Sionista Religioso, planteó “devolver Líbano a la Edad de Piedra” (El País, 4/6). Y añadió: debemos trasladar la franja de seguridad del interior del territorio de Israel en Galilea al sur del Líbano, incluyendo una invasión terrestre, la ocupación del territorio y el alejamiento de Hezbollah” (La Nación, 5/6). En un sentido similar, el ministro de seguridad nacional y referente de Poder Judío, Itamar Ben-Gvir, sostuvo: “todos los bastiones de Hezbollah deben arder también y ser destruidos. Guerra!”. El sionismo no tiene escrúpulos en hundir al Medio Oriente entero en la barbarie para sostener su política colonialista.

En los próximos días, visitará la región el titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, para impulsar un plan del presidente Joe Biden. La propuesta de la Casa Blanca, que supuestamente contaría con el aval de un sector del gobierno israelí (Netanyahu y su ministro de defensa, Yoav Gallant), establece un alto al fuego de seis semanas (prorrogable otras seis semanas según el éxito de las conversaciones), el retiro temporal de Israel de las zonas más pobladas de Gaza y un intercambio de rehenes por presos políticos palestinos. Hamas reclama que el alto al fuego sea permanente. Netanyahu, mientras supuestamente apoya esta iniciativa, recalienta el escenario con sus provocaciones contra el Líbano y no se priva de decir que no renuncia al objetivo de aniquilar a Hamas.

Por el lado norteamericano, el acercamiento de las elecciones empuja a Biden a tratar de poner fin al conflicto. Las bombas norteamericanas cayendo sobre los niños palestinos no son una buena imagen de campaña. Ahora salió un comunicado firmado por la Casa Blanca y varios gobiernos de distinto signo político (Reino Unido, Francia, Alemania, Brasil, Colombia y Argentina, entre otros) que alienta a Israel y Hamas a llegar a un acuerdo de cese al fuego.

Al interior de la coalición de gobierno israelí, la situación sigue siendo extremadamente tensa. Este fin de semana se cumple el deadline que puso Benny Gantz (partido Azul y Blanco) para que Netanyahu presente un plan creíble para el día después de las operaciones en Gaza, y que, según su perspectiva, debería incluir una administración internacional en el enclave. Gantz amenaza con dar un portazo. Del otro lado, Smotrich y Ben-Gvir exigen a Netanyahu, aunque parezca insólito, más dureza contra Gaza e insisten en una re colonización del enclave.

La barbarie genocida de Israel, apañada por el imperialismo, reclama la movilización solidaria con Palestina de los pueblos del mundo.