Israel lanza un nuevo ataque provocador contra Irán y Siria

La amenaza de una guerra regional.

Netanyahu y su gabinete de guerra

Israel lanzó en la madrugada del viernes 19 un ataque con drones sobre la provincia iraní de Isfahán, que habría sido repelido por los sistemas defensivos persas. La región es sede del Centro Tecnológico Nuclear, donde trabajan alrededor de 3.000 científicos. Además, la agencia de noticias oficial Sana, de Siria, informó que sus sistemas de defensa aérea sufrieron también un ataque. Una periodista de la cadena norteamericana ABC News aludió a un tercer lanzamiento sobre Irak, pero el mismo no ha sido confirmado.

El ataque israelí muestra dos cosas: primero, que el gobierno de Benjamin Netanyahu continúa su campaña de provocaciones en la región, cuya expresión más nítida fue el bombardeo del consulado iraní en Siria el 1° de abril, que dejó 16 muertos y fue respondido por Teherán con una lluvia de misiles y drones sobre territorio israelí. Con estas agresiones sionistas, que dejan planteado el riesgo de una guerra regional, Netanyahu busca mantenerse en el poder, en medio de fuertes cuestionamientos internos, y desviar la atención sobre el genocidio que el Estado sionista está llevando adelante contra el pueblo de la Franja de Gaza. El número de víctimas fatales allí ya superó las 34 mil.

En segundo lugar, la respuesta israelí fue de menor intensidad a lo esperado. Algunos medios indican que se trató, sobre todo, de un mensaje amenazante: que Tel Aviv tiene la capacidad de alcanzar las centrales nucleares persas, con el gigantesco daño que ello supondría para Teherán, y de infiltrar su territorio, toda vez que una fuente militar persa dijo a la agencia Reuters que el ataque con drones habría partido desde dentro mismo de Irán.

Estados Unidos aclaró públicamente que no participó del ataque israelí, aunque prepara nuevas sanciones económicas contra el régimen de los ayatollahs.

En paralelo con los ataques en la región, vuelve a cobrar fuerza la amenaza de una invasión terrestre sobre Rafah (Gaza), en la frontera con Egipto, donde se albergan más de un millón de desplazados. Una incursión israelí en esta zona plantea el riesgo de una limpieza étnica y/o un desplazamiento masivo de su población fuera del enclave. Son varios los ministros y diputados que participaron de un acto político que reclamó la expulsión de los palestinos de Gaza.

Ante esta barbarie sin fin del sionismo, tenemos que redoblar la movilización a nivel mundial.

Abajo la escalada sionista-imperialista. No al genocidio contra el pueblo palestino. Cese al fuego permanente ya. Fuera las tropas israelíes de Gaza. Apoyo a la lucha del pueblo palestino.