Internacionales
2/8/2024
Juegos Olímpicos: atletas argelinos en homenaje a los caídos en la Masacre de París
Arrojaron flores al Sena en la inauguración.
Seguir
Atletas argelinos arrojando flores al Sena.
La ceremonia de inauguración de las olimpiadas, efectuada el pasado viernes 26 de julio, ha tenido varias expresiones de reclamos políticos. En un contexto de guerra y matanzas imperialistas, el accionar de la delegación argelina, homenajeando a sus caídos en la lucha por la libertad y contra la opresión colonialista, es una de ellas.
Como acto novedoso, este año el Comité Olímpico resolvió hacer todo el show inaugural en las calles de la ciudad capital gala. Utilizando las zonas próximas a los Parques Elíseos y la Torre Eiffel. Para el tradicional desfile de los deportistas de cada país, se utilizaron barcos, que navegaban por las aguas del río Sena.
Al momento de pasar por debajo del Puente de Bezons, los integrantes argelinos arrojaron flores al cauce, en conmemoración a los muertos en 1961. “A bordo de un barco, a la sombra de banderas verdes y blancas, los atletas argelinos arrojaron flores al Sena. Un gesto simbólico realizado bajo el puente donde los manifestantes murieron como mártires” (Ouest-France, 26/07). Acción que quedó retratada y grabada por la transmisión oficial y giró por todo el mundo.
El 17 de octubre de 1961, treinta mil manifestantes argelinos se movilizaron de forma pacífica por las calles de París, en apoyo a la lucha de su país por su independencia y el fin del colonialismo francés. Acción convocada por el Frente de Liberación Nacional (FLN). Sumado al reclamo por la libertad, se le sumaba el fin del toque de queda, instaurado específicamente hacia la comunidad argelina. Movilización que culminó con una feroz represión y masacre por parte de las fuerzas del Estado francés, especialmente, la Policía Nacional. Investigaciones históricas datan de alrededor de 200 muertos. Muchos de ellos obligados a saltar al río, desde el famoso Puente de Benzos. Avanzada dirigida por el prefecto Maurice Papon, implicado en crímenes de lesa humanidad y colaboración con el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Y bajo la presidencia de Charles De Gaulle, quien muy poco tiempo después definió el hecho como “un asunto secundario”.
Al año siguientes (1962) el país africano logra la liberación, posterior a ocho años de guerra.
En 2021, el actual presidente de Francia, Emmanuel Macrón, expresó y reconoció la responsabilidad del país galo en la Masacre de París, afirmando que “Los crímenes cometidos esa noche bajo la autoridad de Maurice Papon son inexcusables para la república. Francia ve toda su historia con lucidez y reconoce las responsabilidades claramente establecidas”. Pero nada dice de los cargos políticos de aquel entonces. Como tampoco del causal de aquella manifestación de inicios de la década del 60, que era el fin del colonialismo. No olvidar, que el actual siglo XXI, Francia mantiene posesiones en Centroamérica y África.
A más de sesenta años de la Masacre de París, sus responsables políticos y materiales nunca fueron juzgados. Papon fue condenado, pero por las atrocidades cometidas con el fascismo. En el caso de De Gaulle, ni siquiera fue convocado a declarar y dar explicaciones en la Justicia por lo sucedido aquella noche octubre de 1961. Falleciendo, el 9 de noviembre, libre de culpa y cargo.
El arrojo de flores en el Sena por parte de los atletas argelinos ha vuelto a poner en noticia un hecho oscuro, que sigue demostrando cómo el capitalismo y sus gobiernos son responsables de la desarrollar y fomentar la barbarie. Inclusive en tierra de “la fraternidad, la libertad y la igualdad” (Revolución Francesa, 1789). El acto de los deportistas africanos hace que se mantenga vivo el fuego de la antorcha por el fin del colonialismo a escala mundial.