El “romance” de Kirchner con Bush tiene, aparentemente, un alcance extraordinario. El hombre que se ufana de combatir la impunidad acaba de dársela, sin embargo, a las tropas norteamericanas para posibilitar su participación en el operativo Aguila. Es por esto que la visita del ministro de Defensa, Pampuro, a la fábrica Lockheed Martín, en Córdoba, que fue calificada como “sorpresiva” por El Cronista (8/8), debe ser tomada con toda seriedad, en especial porque se conoció el “interés de la Casa Blanca para que el gobierno argentino despeje el camino para la venta de aviones militares a Colombia”. La Lockheed construye los aviones de entrenamiento IA63 Pampa y hace el mantenimiento y modernización de los Pucará, los C-130 Hércules y los Fokker F-27 y F-28.

A la reunión, a pesar de su carácter “empresarial”, concurrió el encargado de la embajada norteamericana, Milton Brucker. El Cronista también informa que “está en discusión una posible extensión de la concesión” al pulpo yanqui. En este punto hay que recordar que tanto Kirchner como Bielsa se han manifestado en forma reiterada a favor del envío de tropas argentinas a Irak, como lo pide y necesita Bush, una vez que se vote una nueva resolución de la ONU. En el caso de Colombia, el gobierno argentino ya se pronunció por una colaboración diplomática para poner fin a la guerra civil en ese país, lo mismo que reclama el Presidente Uribe.

En definitiva, el gobierno que paga la deuda externa, anuncia aumentos de tarifas, saca el decreto Romero para que las provincias entreguen “autónomamente” el petróleo (entre ellas, claro, Santa Cruz), envió un proyecto de ley de patentes reclamado por Estados Unidos y se apresta a firmar con el FMI; este gobierno se aprestaría igualmente a fabricar aviones para los criminales de la derecha colombiana. ¡Todo sea por la exportación y el superávit comercial!