La Autoridad Palestina pide rescate financiero al Banco Central de Israel

La Autoridad Nacional Palestina sufre una crisis sin precedentes y no podría pagar los salarios.


Creado en 1994 por los acuerdos de Oslo, el proto-Estado palestino nunca pudo autofinanciarse; la ayuda de países donantes, ahora inmersos en su propia crisis económica, ha mermado. El déficit previsto para este año es de  1.000 millones de dólares (Europa Press, 15/7).


¿A quién ha ido a pedir ayuda el primer ministro palestino, Salam Fayyad, ante este descalabro? Al Banco Central de Israel. Esto, cuando las conversaciones con el Estado sionista se encuentran, incluso, suspendidas, debido a la persistente construcción de nuevas colonias israelíes en los territorios ocupados. Israel se comprometió a gestionar nuevas ayudas a la Autoridad Palestina ante el FMI (Le Monde, 7/7). El dislate no podría ser mayor, si se tiene en cuenta que el gobierno de Israel recauda el 70% de los impuestos a la producción palestina.


Israel mismo tampoco tiene muchas posibilidades de ayudar a nadie; el sábado pasado un empresario convertido en un sin techo se inmoló en una plaza de Jerusalén luego de dejar una carta -que la prensa calificó de conmovedora-, en la que denunciaba el rescate de los capitalistas en perjuicio de los trabajadores (Clarín, 15/7).Los observadores de la región aseguran que si la Autoridad Palestina no consigue pagar los sueldos de los funcionarios se produciría una Intifada (rebelión) que coronaría los levantamientos en los países árabes y las movilizaciones en el Estado sionista.