Con apoyo alemán

La burocracia “comunista” destruye a Yugoslavia

A fines de julio pasado se firmaron los “acuerdos de Brioni” entre la presidencia de la República de Eslovenia y la presidencia federal de Yugoslavia, bajo la supervisión y los auspicios de la Comunidad Económica Europea. Los acuerdos establecieron un “alto el fuego” después de varios días de combates y el retiro de las tropas federales de Eslovenia, lo cual constituye un virtual reconocimiento de su independencia.

Pocas horas después de la firma de estos acuerdos, las milicias de la burocracia “comunista" serbia y el ejército federal yugoslavo comenzaron a atacar a los croatas. Desde entonces, se ha desencadenado una violenta guerra civil —que ya cobró decenas de víctimas, en particular entre los croatas— sin que interviniera la CEE (como en el caso esloveno).

Inmediatamente después del retiro de las tropas federales de Eslovenia, “Croacia acusó a Eslovenia de haber negociado a sus espaldas el sacrificio del pueblo croata para obtener la independencia” (Página 12, 20/7). Los eslovenos miraron para otro lado mientras que “los serbios no se apresuraron a desmentir la acusación croata” (ídem). “Alemania, por su parte, tuvo una influencia decisiva en la actitud adoptada por la presidencia yugoslava de disponer el retiro de las tropas federales de Eslovenia” (La Nación, 20/7).

El acuerdo alemán-serbio-esloveno “acorraló a Croacia” —según el corresponsal de Reuter en Belgrado— y la puso en las manos de la burocracia "comunista” serbia y del ejército federal. Estos no atacan a Croacia para evitar su secesión de Yugoslavia sino para imponerle la secesión de la región de Krajina (donde viven la mayoría de los 600.000 serbios residentes en Croacia), el primer paso en el camino de la formación de un estado “gran serbio "y por sobre todo un último intento de los burócratas serbios para seguir robando del presupuesto del Estado. La prensa internacional ha reproducido ya varios “mapas” de este nuevo estado “gran serbio”, proporcionados por la burocracia. Los “unionistas "serbios son los verdaderos secesionistas de Yugoslavia.

El planteo nacionalista de la burocracia del PC serbio es también una palanca de la burocracia contra el movimiento de las masas serbias, que en el último año han protagonizado una serie de manifestaciones y huelgas contra la liquidación de las Iibertades políticas y los planes fondomonetaristas de Belgrado.

Todo esto confirma el pronóstico que hiciéramos en Prensa Obrera (n° 335) cuando señalábamos que el coqueteo del imperialismo alemán con la secesión de Eslovenia estaba en función de la defensa del nacionalismo serbio, es decir, de la burocracia “comunista". Esto explica, también, el “silencio” con que la URSS y los Estados Unidos—furibundos opositores a la secesión de Eslovenia y de Croacia— recibieron los “acuerdos de Brioni” y el retiro del ejército federal de Eslovenia.