Internacionales
27/5/2015|1365
La CIA y la muerte de Bin Laden
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Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda y supuesto líder del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York (2001), fue muerto en la ciudad de Abbotaabad, en Paquistán por un grupo comando de Estados Unidos (Navy Seal) que ingresó con dos helicópteros, asaltó su escondite y lo liquidó. Su ubicación fue obtenida por la CIA luego de años de seguimientos, de secuestros y torturas a un sinnúmuero de inocentes considerados miembros de su organización.
La nueva versión
Pero todo ha sido falso, según ha denunciado Seymour Hersh, un destacado periodista de investigación, en una extensa nota en una publicación de Londres, ya que el lugar donde escribía (Newyorker) se negó a publicarlo.
Bin Laden estaba prisionero de los servicios de inteligencia de Paquistán (ISI) que lo usaban para controlar a los talibanes y Al Qaeda desde 2006. Uno de sus miembros fue a la oficina de la CIA en Islamabad y dijo que sabía dónde estaba Bin Laden a cambio de dinero (25 millones de dólares). La CIA confirmó la información y entrevistó a autoridades paquistaníes, quienes aceptaron tenerlo prisionero. Permitieron que la CIA dispusiera del detenido, con la condición que no salga con vida y fue ejecutado en la cárcel.
La denuncia de Seymour Hersh desató una serie de críticas a su labor. Su largo historial de importantes revelaciones de atrocidades y mentiras de varios gobiernos estadounidenses, lo avalan. “Sus artículos y libros lo han hecho prácticamente un elemento del sistema constitucional de Estados Unidos de comprobaciones y balances” (Financial Times, 1°/8/08).
Fue quien denunció la masacre que tropas de Estados Unidos cometieron contra una población civil en My Lai (Vietnam, 1969). Fue también quien denunció y dio a conocer las torturas de las tropas de Estados Unidos durante la ocupación de Irak en Abu Graib, sobre lo que escribió “Obediencia debida, del 11 de septiembre a las torturas de Abu Graib”, uno de los ocho libros (My Lai, JFK; Samsom; etc.). Ganador del Pulitzer y varios destacados premios a la labor periodística.
El control de la tortura en el gobierno de Obama
Un comité del senado de Estados Unidos analizó la aplicación por la CIA del programa de “Detención e Interrogación”, forma de describir la tortura que aplican a sus detenidos, para hallar a Bin Laden y los líderes de al Qaeda. Luego de cuatro años de negociaciones en su contenido y alcance, concluyó que la CIA “repetidamente miente acerca de sus brutales técnicas luego del 9 de septiembre (2001) y que son inefectivas”, dice el informe.
La complicidad del Senado con los torturadores fue puesta en descubierto, son los “únicos” que pueden “citar documentos; solicitar a visitar los sitios e interrogar al personal. Sin embargo, en los años en que estos abusos fueron aparentemente ocurriendo, no hicieron nada de eso. Hasta cierto punto, eran cómplices de ser engañados” y concluye que “Norteamérica parece tener un comité de análisis de “lo sucedido (pero) no de control” (The Economist, 9/12/14).
La barbarie del capitalismo tiene una de sus manifestaciones en los métodos brutales que las propias instituciones denuncian (Congreso, jueces, etc.), pero no controlan. Obama dirige un gobierno conspirativo, donde el militarismo creciente y los métodos de tortura, asesinato y espionaje masivo de la población son uno de sus principales soportes para enfrentar la lucha de sus ciudadanos y los pueblos del mundo, por eso el sistema los mantiene sin control ni supervisión.