La confiscación permanente

La propiedad de la vivienda en Estados Unidos

La compra de propiedades en Estados Unidos tuvo un gran impulso mediante los créditos hipotecarios. Sin embargo, nunca antes los ocupantes han tenido “una porción tan pequeña de la propiedad de las casas que ocupan”. Las razones son el alto endeudamiento de los propietarios y los oscuros mecanismos de los novedosos (y fraudulentos) modelos de hipotecas.

Los precios de las casas han subido mucho, pero el endeudamiento (que tiene como garantía esas casas) ha subido aún más en los últimos 20 años. “La liquidez del dueño” — como llama la Reserva Federal (Banco Central norteamericano) a la diferencia entre el valor de la casa menos la deuda hipotecaria- se erosiona gradualmente.


Este mecanismo de confiscación de los bancos se viene produciendo desde antes del boom de la vivienda, que llevó los precios de las propiedades a cifras extraordinarias.


La ilusión del aumento de precios de las casas oscurece la pérdida del porcentaje de la propiedad de la casa. Una familia con “una hipoteca de 50.000 dólares y una casa valuada en 100.000 dólares, tiene 50% de liquidez. Al pasar dos años, la familia se endeuda en un adicional de 60.000 dólares, aumentando la deuda asegurada con la casa a 110.000 dólares. El precio al que se espera vender la casa sin embargo, ha aumentado a 200.000 dólares. Aunque su ‘liquidez’ sobre el valor de la propiedad cayó al 45%, la familia podría embolsar 90.000 dólares, después de pagar la deuda. Esto es el doble de dinero al contado que hubiera recibido dos años antes” (The New York Times, 17/7).


La tangible diferencia de efectivo enmascara que la participación en la propiedad ha disminuido del 50% al 45% porque la deuda aumenta más que el precio de las casas.


Cuando los precios caen…


Durante el alza del mercado inmobiliario, la deuda sube más rápido que los precios de las viviendas; al revés, cuando los precios de las viviendas comienzan a caer, lo hacen con más rapidez que la amortización de la deuda.


Ahora que los precios de casas están cayendo, “la porción que las familias tienen de sus casas ha caído rápido en los doce meses hasta marzo como ninguna otra vez desde el inicio de los 1990 (…) La propiedad libre de deuda de los ocupantes es de 52,7% (era del 54,1 hace un año, y del 57,5 en 2000; en 1960 era del 71%). Esta caída tiene lugar pese a que la ‘liquidez de los dueños’ aumentó la asombrosa cifra de 4.300 millones de dólares desde el 2000. Desafortunadamente, la deuda hipotecaria aumentó en 5.000 millones en el mismo período (ídem).


Todo contribuye al espejismo de la propiedad. La clase media y los sectores de menores ingresos están continuamente están perdiendo terreno. Para muchas de estas familias, el “sueño americano” se ha convertido en una verdadera pesadilla.