La crisis boliviana y América Latina

Charla organizada por A Tra Bol, la agrupación de Trabajadores Bolivianos del Partido Obrero y el Polo Obrero

El sábado 18, la A Tra Bol- Argentina (Agrupación de Trabajadores Bolivianos del Partido Obrero y el Polo Obrero) organizó una charla que despertó gran interés entre la comunidad de bolivianos residentes de la Argentina y también en Bolivia. Tuvo más de 200 participantes. El informe del compañero Gabriel Solano, dirigente del PO y legislador del FIT- U por la ciudad de Buenos Aires, disparó debates y conclusiones de trabajo.

Una de las discusiones que se dieron en la charla estuvo referida a la posibilidad de que el gobierno golpista de Jeanine Añez logre posponer las elecciones convocadas para el 6 de septiembre (por tercera vez) y seguir manteniéndose de facto en el poder. La conclusión a la que se llegó es que es una variante posible.

El gobierno de Añez asumió por medio de un golpe con el apoyo de la derecha imperialista de Trump y Bolsonaro como parte de su objetivo estratégico de aplastar las rebeliones populares en desarrollo en el continente y hacer pagar a los trabajadores las crisis económicas en todos los países. Pero ahora, los levantamientos populares llegaron al corazón del imperio en Estados Unidos contra el propio Trump. Por otra parte, América Latina atraviesa un fenomenal retroceso económico y es uno de los epicentros de la crisis sanitaria por la pandemia con sistemas de salud colapsados.

En este cuadro, el gobierno golpista viene desgastado. Su candidata oficial, la propia presidenta golpista Añez, está tercera en las encuestas, muy lejos del candidato del MAS. Muy difícilmente lograría imponerse en las elecciones. Por eso maniobran para postergar las elecciones y amenazan proscribir al MAS. No puede haber ninguna elección democrática organizada por el gobierno de facto.

Se planteó la necesidad de que la lucha que debe impulsar el pueblo boliviano parta de los urgentes reclamos de las masas frente a la pandemia, el hambre y la crisis social. Esa lucha se tiene que dar en las calles. No se debe esperar al 6 de septiembre. Pero, eventualmente, llegadas las elecciones, para terminar con el gobierno golpista de Añez que cuenta con el apoyo del imperialismo, debiera canalizarse por el voto al MAS. Nuestro voto será en nombre de un programa independiente, de transformaciones sociales (nacionalización integral de los hidrocarburos, de la minería, etc.), satisfacción de las reivindicaciones de los explotados (prohibición de despidos, etc.) y la lucha por el gobierno obrero y campesino. Un planteo completamente opuesto al que levantan Evo Morales y el MAS, que buscan la ‘conciliación’ nacional con los monopolios y oligarcas, lo que significa que no van a tocar la gran propiedad, condenando a Bolivia a la expoliación imperialista-oligárquica y a la miseria de las masas.

Parte del debate giró alrededor de si el MAS y Evo Morales representaban los intereses y reclamos de los trabajadores. Por otro lado, si las experiencias nacionalistas en América Latina como la de Evo Morales, Chávez o Lula eran el socialismo.

A la conclusión que se llegó es que este tipo de gobiernos y sobre todo el de Evo Morales, habían llegado al poder luego de grandes levantamientos populares, frente a los cuales tuvieron que ceder algunas conquistas utilizando una parte menor de la renta del Estado. Pero dejaron en pie todo el sistema capitalista de dominación. Esta no resolución de los problemas nacionales y de las reivindicaciones de las masas fue llevando a la movilización de diversos sectores de masas (trabajadores aeronáuticos que enfrentaron las privatizaciones, campesinos contra la usurpación de tierras para facilitar los negociados con las mineras y las exportaciones agropecuarias, etc.) lo que fue mellando la fuerza política del MAS y explica por qué este venía retrocediendo en las elecciones. En el balance sobre el MAS se debe incluir su capitulación frente al golpe a partir de la renuncia de Evo Morales y otros funcionarios masistas, hasta habilitar el ascenso golpista-pseudo constitucional de Añez. A contramano de esa orientación una parte importante de los explotados bolivianos se levantó contra el golpe. El MAS no tuvo la intención de ir a un enfrentamiento con el imperialismo y los capitalistas con los que gobernó.

En caso de elecciones, la lucha contra el golpe va a tener un escenario de confrontación en el terreno de las urnas. Usando una herramienta defectuosa, a falta de una obrera y socialista, las masas buscarán utilizar el voto al MAS para hundir a la derecha golpista abiertamente proimperialista.

El “socialismo del siglo XXI” o “socialismo andino” que levantaron estos gobiernos en Latinoamérica buscaba diferenciarse del socialismo del gobierno de los trabajadores y campesinos que busca expropiar a los capitalistas, centralizar la banca y los recursos naturales en beneficio de la mayoría explotada.

La charla concluyó con la intervención de la compañera Karina Escobar, invitando a la reunión de la A Tra Bol- Argentina (Agrupación de Trabajadores Bolivianos del Partido Obrero y el Polo Obrero) para discutir un plan de acción e impulsar con fuerza la Conferencia Latinoamericana convocada por el Frente de Izquierda. A ella queremos llevar la conclusión necesaria de poner en pie un Partido Obrero en Bolivia y en todos los países, que luchen por gobiernos de trabajadores y campesinos, y por la unidad socialista de América Latina.