La crisis y la tecnología

Microsoft ‘está sentada’ sobre una caja de 17 mil millones de dólares en efectivo, que crece a razón de dos mil millones de dólares al año. El problema es que, bajo la forma de dinero, esta enorme suma no rinde ningún beneficio.


Puesto a analizar las alternativas de uso, un columnista del diario Financial Times (6/11) no consigue llegar a ninguna conclusión. Aunque Microsoft tiene un récord de ganancias del orden del 40% de su capital en acciones, desestima que las destine a mayores inversiones porque las que ya van a investigación y desarrollo constituyen el 16% de todos sus ingresos. Es bien sabido, sin embargo, que las innovaciones tecnológicas de Microsoft son las más bajas de la industria y que sus mayores logros fueron pirateados a sus competidores. Según el columnista, el acaparamiento de las nuevas empresas que aparecen en el mercado con innovaciones sigue siendo la práctica corriente de Microsoft.


Otra posibilidad sería destinar el dinero a comprar empresas de espectáculos o de servicios financieros, pero esto enfrentaría problemas legales de monopolio. La re-compra de sus propias acciones que se cotizan en la Bolsa resultaría inconveniente debido a que su precio es inusitadamente alto, casi cincuenta veces sus ganancias. Pero como la inmovilización de decenas de miles de millones de dólares es manifiestamente improductiva desde el punto de vista capitalista, la conclusión del analista es que Microsoft debería deshacerse de por lo menos 10 mil millones de su excedente, por medio de un pago único en efectivo a sus accionistas.


La finalidad de esta alternativa es movilizar el capital-dinero parado hacia otras ramas de inversión, utilizando el canal de la distribución de dividendos. Es decir que la informática se encuentra saturada desde el punto de vista del mercado y debería derivar su capital en exceso hacia otras industrias menos innovadoras. Mantener en la congeladora excedentes extraordinarios en efectivo presiona a la baja el rendimiento de los capitales que se colocan a interés y señala una tendencia al colapso económico del conjunto del capitalismo.