La expulsión de la tribu beduina Jahalin en cumplimiento de los acuerdos de Oslo

La expulsión de los beduinos Jahalin de las tierras donde habitaban, no es más que la continuidad de la política racista que los gobiernos laborista y del Likud llevan adelante en nombre de los acuerdos de Oslo y del recientemente firmado acuerdo de Hebrón. Esta tribu que vive hace decenas de años al este de Jerusalén, ha sido expulsada de sus tierras en las últimas semanas y llevada a un sitio cercano. El mismoestá al lado del basurero de la aldea de Abu Dis, sobre una colina desamparada, sin lugar apropiado para el ganado y, por supuesto, sin las más elementales instalaciones de agua y electricidad.


La historia de los Jahalin ejemplifica la historia del colonialismo sionista en Palestina. Expulsados de sus tierras de Tel Arad, en el nordeste del Negev, luego de la guerra del 48, para construir la ciudad de Arad, llegaron bordeando el mar Muerto a las cercanías de Jerusalén y Jericó. Luego de la conquista de la Cisjordania en 1967, los Jahalin nuevamente fueron ‘alcanzados’ por el conquistador colonial. Fue a principios de los años 80 que las primeras familias fueron evacuadas para poder construir la colonia de Ma`ale Adumim, 10 km al sudeste de Jerusalén.


Luego de la firma del acuerdo de Oslo 1, comenzaron los intentos de expulsar al resto de las familias Jahalin que vivían al lado de la colonia, con el objeto de expandir la misma en nuevos barrios. Cabe recordar que los acuerdos de Oslo, lejos de suspender el crecimiento de los asentamientos, fomentaron la expansión de los mismos. Si la expulsión no se produjo con el gobierno laborista es porque la tribu llevó adelante una lucha judicial durante los últimos tres años.


La expulsión de los Jahalin, en realidad, no es mas que la continuación de la política de ‘limpieza’ que al amparo de los acuerdos, el Estado de Israel ha llevado adelante en los últimos años en Jerusalén. Por ejemplo, a cientos de residentes palestinos que no pueden comprobar una estadía permanente en la ciudad, se les ha quitado la cédula de identidad israelí, lo que significa la pérdida de derechos de trabajo, seguridad social, etc. El gobierno de Israel intenta realizar un ‘transfer’ de población palestina desde Jerusalén hacia los territorios de la Autoridad Palestina. El viejo plan de construcción en la parte oriental de la ciudad está por ponerse en marcha, con la construcción de varios barrios como el denominado “Har Joma”. La intención es la de unificar territorialmente toda la periferia de Jerusalén, en vistas a los acuerdos finales con Arafat.


La autoridad palestina, en realidad, ya ha acordado con este ‘transfer’ de población, como lo demuestran los acuerdos firmados en su momento entre el laborista Yosi Beilin, ex vice-ministro del exterior, y Abu Mazen, uno de los máximos dirigentes palestinos de la autonomía. El mismo Beilin y el diputado Michael Eitan, hombre del Likud y presidente de la coalición gobernante en la Kneset, han redactado, a su vez, un documento con un acuerdo muy similar al firmado con Abu Mazen.


El gobierno de Netanyahu siente las manos libres para realizar este plan, luego del apoyo del laborismo y la izquierda sionista al acuerdo de Hebrón. La derecha del laborismo presiona, por ejemplo, para llevar adelante el programa de construcción de nuevos barrios en la parte oriental de la ciudad. La resistencia contra estos planes, como la lucha en contra de la expulsión de los Jahalin, no puede estar separada de la lucha contra los acuerdos de Oslo. Sólo un frente unido de la población palestina y los sectores verdaderamente democráticos de la población judía, independiente de las direcciones traidoras que apoyan los acuerdos, puede llevar adelante dicha resistencia.