La importancia global de las elecciones en Eslovaquia

La Unión Europea teme que el futuro gobierno retire el apoyo militar a Ucrania.

Un cartel de campaña del partido del exprimer ministro Robert Fico

El resultado de las elecciones parlamentarias en Eslovaquia despertó preocupaciones en la Unión Europea y la Casa Blanca debido a la victoria de un candidato que hizo campaña planteando el cese del apoyo militar a Ucrania. Los medios occidentales alertan, inclusive, sobre la posibilidad de un “giro prorruso” en esta nación.

Eslovaquia, miembro de la Otan, es un importante soporte de Kiev: le provee toda su flota de aviones de combate y su sistema de defensa antimisiles. En menor medida, también, alberga a refugiados ucranianos.

La campaña del ganador de los comicios, el exprimer ministro Robert Fico (del Smer-SD, Dirección Socialdemócrata), quien se impuso con el 23% de los votos, acuñó el lema “ni una sola bala a Ucrania”, argumentando que la guerra está teniendo un costo demasiado alto para su país. En la misma línea, defiende un mejoramiento de las relaciones con Rusia.

Fico plantea también un bloqueo a las importaciones cerealeras ucranianas. Tras el estallido de la guerra, Bruselas dispuso el levantamiento de los aranceles al grano ucraniano, lo que condujo a un abarrotamiento del mismo en la Europa del Este y central, deprimiendo los precios y desatando el malestar de los agricultores nativos. Si bien Fico es el más reticente al apoyo a Kiev, el actual gobierno eslovaco también se hizo eco de la cuestión, firmando un documento junto a Polonia, Rumania, Bulgaria y Hungría, que reclama a la Comisión Europea medidas compensatorias.

Eslovaquia es, además, uno de los países europeos que se ha visto más afectado por el incremento de los precios de la energía, tras el inicio del conflicto bélico. En junio, registró un 11,3% de inflación interanual. A su vez, es uno de los territorios donde es menor el apoyo al régimen de Zelensky. Una encuesta de principios de año de la organización Globsec indicaba que es similar el porcentaje de los que atribuyen la responsabilidad de la guerra a Rusia, y de los que la endilgan a la Otan, o a la misma Ucrania (El Liberal, 16/1).

La fuerza de Fico logró 42 bancas sobre un total de 150. Para alcanzar una mayoría, debería intentar un acuerdo con Hlas-SD, del también exprimer ministro Peter Pellegrini, que en estos comicios quedó en tercer lugar, con el 15% de los votos (27 escaños), y el Partido Nacional Eslovaco (SNS), que alcanzó el 5,8% (10 bancas).

En caso de que Fico fracase en conformar gobierno, la oportunidad pasará a Eslovaquia Progresista, una variante de centroderecha, liderada por la actual presidenta Zuzana Caputova, que conquistó el 18% (32 escaños). Para esta formación, es más complicado forjar una coalición, ya que ni siquiera le alcanza con sumar a una serie de fuerzas cercanas (Olano, demócratas cristianos, liberales), por lo que debería sondear al Hlas-SD, a quien se considera como más próximo a Fico, pese a sus fuertes rivalidades. Para que el lector haga sus propios cálculos, adjuntamos los resultados (ver aparte).

Fico se mostró crítico del apoyo militar a Ucrania (razón por la cual el Partido Socialista Europeo no descarta expulsar a su partido de sus filas), pero promete mantenerse en los marcos de la Unión Europea. Bratislava forma parte del Grupo de Visegrado, junto a la República Checa, Polonia y Hungría, que suele tener choques con el eje franco-alemán.

Otro de los ángulos de Fico es el ataque a las migraciones, que es un tema sensible en este país. Eslovaquia es una vía de tránsito hacia Europa Occidental de los refugiados de Medio Oriente y Afganistán que llegan a la Unión Europea desde los Balcanes. La República Checa y Polonia acaban de establecer controles migratorios en sus fronteras con Eslovaquia.

Fico se opone también al matrimonio igualitario y, durante la pandemia, según algunos medios, rechazó la vacunación obligatoria y el uso de barbijos. Fue primer ministro en otras ocasiones, pero en 2018 debió presentar su renuncia tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, quien denunció vínculos del gobierno con la mafia italiana.

Las elecciones eslovacas, igual que la disputa por los cereales, los debates en Estados Unidos sobre el financiamiento a Kiev y los escándalos de corrupción que llevaron a cambios en el gobierno y el alto mando ucraniano, son señales del desgaste y las grietas que la guerra está causando en Occidente. Rusia, por su parte, sufrió esas consecuencias en el motín del Grupo Wagner, el retroceso del rublo y el impacto, lento pero sostenido, de las sanciones económicas.

Es necesaria una acción internacional de los trabajadores contra la guerra.

 

Resultados

Smer-SD (Robert Fico): 23% (42 escaños)

Eslovaquia Progresista: 18% (32 escaños)

Hlas-SD: 15,43% (27 escaños)

Olano (centroderecha): 9,34% (16 escaños)

Movimiento Demócrata Cristiano (KDH): 7,14% (12 escaños)

Libertades y Solidaridades (Sas, liberales): 5,64% (11 escaños)

Partido Nacional Eslovaco (SNS): 5,8% (10 escaños)

Republika (extrema derecha): 4,7% (fuera del parlamento por no superar el umbral de 5%)

 

Total escaños: 150

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