La LCR y el gobierno de Sarkozy


Durante el Congreso, la mayoría y la minoría de la LCR se embarcaron en un acalorado debate acerca de la caracterización del gobierno de Sarkozy. Para la mayoría, Sarkozy es la mera continuidad de los anteriores gobiernos de derecha y de izquierda. Para la minoría, en cambio, el sarkozysmo es "una tentativa de contrarrevolución conservadora" al estilo de Thatcher o Bush.

Ni la mayoría ni la minoría han tenido en cuenta, sin embargo, la crisis capitalista mundial que está en curso – quizá porque se encuentran cegadas por la tentativa de construir un "partido nacional". Por esto tampoco consideran las tendencias disgregadoras dentro del capitalismo, de la burguesía francesa y de su gobierno de turno.  Siguen el precepto del escritor Romain Rolland, que recomendaba tener una inteligencia escéptica.

A comienzos de enero, el banco BNP-Paribas publicó un informe con el sugestivo título "el rey está desnudo". Señalaba que "todos los indicadores económicos -el crecimiento, el desempleo, la creación de empleos, el comercio exterior (alcanzó un déficit histórico), la confianza de los consumidores, la inflación, el déficit fiscal-  están en rojo" (Le Monde, 7/1). Poco después, el banco Société Générale anunciaba pérdidas por más de 5.000 millones de euros.

El "malestar" de la burguesía francesa  se manifiesta por todos lados. La popularidad de Sarkozy cae en picada, no por su matrimonio con Carla Bruni sino por su incapacidad de contener la inflación. Todo indica que el candidato de Sarkozy perderá las elecciones municipales en el distrito de Neully, uno de los más ricos de Francia, donde Sarkozy fue intendente por más de diecinueve años.

La política exterior de Sarkozy es abiertamente criticada por la prensa patronal; la reciente aventura en Chad, donde la fuerza aérea y los comandos franceses intervinieron abiertamente para sostener a un dictador "amigo", fue denunciada por todo el arco político. También sus coqueteos con el Vaticano. La última manifestación del "malestar" de la burguesía con Sarkozy es el llamamiento que ha firmado un muy amplio arco político, que va desde los gaullistas y el ex primer ministro Villepin hasta los socialistas y los verdes, a "reforzar la vigilancia republicana".

El congreso de la LCR pasó por alto la posibilidad de que Sarkozy enfrentara una fronda de la propia burguesía por dos razones. Una, las dos tendencias minimizan los golpes que la crisis financiera descargará sobre Europa. Dos, ambas omiten que el gobierno de Sarkozy es una manifestación particular de la crisis del régimen político francés. Sarkozy sube con el objetivo de superar esta crisis pero es un gobierno plagado de contradicciones y limitaciones… que la crisis mundial dejó inmediatamente al descubierto.

Precisamente esto es lo que señalamos cuando Sarkozy ganó las elecciones; dijimos entonces que Sarkozy tenía "una sola bala en el cargador" (Prensa Obrera, 10/5/07).