Internacionales
24/2/2000|655
La ley Ruckauf ya se aplica en Los Angeles

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Recientes revelaciones sobre el accionar de la policía de Los Angeles han provocado una conmoción política en los Estados Unidos y echa luz sobre el carácter re-podrido de la reforma represiva de Ruckauf- De la Rúa-Rico-Alvarez. Es que se ha podido establecer que “oficiales deshonestos armaron acusaciones a por lo menos 99 personas en los últimos tres años en un vecindario, luego de ‘plantarles drogas o armas, y han llegado a deleitarse disparándole a sospechosos desarmados”. Este sería, de todos modos, un caso entre miles, pues la investigación sobre la ‘fabricación’ de sospechosos involucra a una lista ‘creciente’ de oficiales y recién comienza. “Creemos que, cuando el humo se disipe, pueden estar implicados muchos más de 99”, ha declarado la vocera del abogado del distrito. Si la policía fabrica el delito, ¿qué garantía tienen los acusados por ellos, si no es el derecho a la excarcelación?
Un caso es el de Javier Francisco Ovands, a quien, según confesó un oficial de policía, “él y un compañero le dispararon, le plantaron un arma y luego testificaron que Ovands los había amenazado en un asalto armado”. Ovands podría haber quedado postrado en una silla de ruedas de por vida y fue sentenciado a 23 años de prisión sobre la base del testimonio falso por los policías (fue liberado una semana antes de que el escándalo irrumpiera).
El mismo testimonio permitió saber de otro caso en el que “varios oficiales le dispararon a un joven de 21 años, miembro de una banda a quien habían estado persiguiendo a través de un edificio de departamentos; demoraron la llegada de la ambulancia mientras le ‘plantaban’ un arma y armaron la escena para que el tiroteo apareciera justificado”. El hombre, Juan Saldaña, murió horas más tarde. Es el caso emblemático de un procedimiento en el que la policía jugó todos los roles para los que ha sido dotada en función de una justicia “rápida y expeditiva”: actuó con absoluta impunidad, fabricó las pruebas y los acusados, mató al infeliz que cayó en su mira y entregó ‘caso cerrado’ ante el juez.
La policía de Los Angeles está facultada para interrogar a los detenidos, ser parte de la investigación y presentar la acusación respectiva. Se ha constituido como un aparato terrorista que es un Estado ‘legal’ dentro del propio Estado.
¿Estamos hablando de la policía de Los Angeles o de la Bonaerense de Ruckauf, Rico y la Alianza?
(Las citas son del International Herald Tribune, 14/2)