Internacionales
6/12/2024
ESTADO ESPAÑOL
La lucha contra los alquileres abusivos desata un proceso de organización popular inédito en Málaga
El testimonio de sus protagonistas
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Movilización por el derecho a la vivienda
Cerca de 30 mil personas se movilizaron el 9 de noviembre en Málaga contra los alquileres abusivos y la precarización laboral, en una convocatoria que partió de la plataforma Málaga para Vivir. No es la primera vez que esto ocurre: el 29 de junio (29J), hubo una manifestación similar. Son las más masivas en los últimos tiempos en la ciudad andaluza, en la que el vuelco completo al turismo ha terminado por disparar el precio de los alquileres y el costo de vida de la población local.
Además, estas manifestaciones se inscriben en un escenario más general de protestas, como lo muestran las 100 mil personas que se movilizaron por la vivienda el 13 de octubre, en Madrid, las 170 mil que se movilizaron en Barcelona el 24 de noviembre y las 130 mil personas que marcharon en Valencia el 9 de noviembre para reclamar la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, por la gestión negligente de la DaNa.
Prensa Obrera entrevistó a Daniel Machuca Rovira, integrante de la plataforma “Málaga para Vivir”, para conocer mejor este proceso.
¿Cómo nace la plataforma Málaga para Vivir?
Daniel: Surge del desborde del 29J, fecha de la manifestaciónconvocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga contra el abuso en los alquileres y por el derecho a la vivienda integral, al identificarse un malestar generalizado en la población. Se hace con la intención de abrir un proceso que permita relacionarnos con otros ámbitos, que no sea solo el de la vivienda dentro del sindicato. Llegó un momento que se desbordó tanto la participación en torno al 29J que tomamos la iniciativa de las asambleas de barrio como un espacio abierto para la participación de los vecinos y vecinas, que se seguiría relacionando con el sindicato pero que se constituye como una plataforma nueva y que se llamará “Málaga para Vivir”. Surge con la idea de la autonomía de las vecinas en el centro.
Hay quienes creen que podría producirse un nuevo 15M [las protestas de los “indignados” que estallaron en 2011], pero motorizado esta vez por la vivienda…
Daniel: Lo que hay ahora ya es suficientemente importante para tener en consideración, tanto como se tuvo en consideración el 15M. Quizás esta vez la experiencia se caracteriza por destellos que no se han terminado de coordinar entre sí a nivel estatal y son más locales, pero creo que tiene grandes potencialidades que merecen toda nuestra atención, tanto por la capacidad de organización en los barrios, como por la capacidad de movilización que hemos demostrado y las cuestiones que se están discutiendo ahora, que no tienen tanto que ver con el malestar, la queja, con demandas programáticas que no sabíamos muy bien dónde iban, como en la época del 15M y que se terminaron canalizando por la vía institucional. Sin embargo, esta vez está más clara la idea de la autoorganización para abrir procesos de lucha largos, que duren. Son diferencias que hacen que quizás esta experiencia no sea tan espectacular, pero sí tanto o más importante que el 15M. Claro, sin el 15M no se podría explicar la experiencia actual, porque siempre hay un hilo conductor entre las luchas, pero no puede ser una repetición de aquello, porque es una situación distinta y hemos aprendido mucho en el camino. No hay que aspirar a un 15M, hay que aspirar de hecho a algo que nos permita superar algunas de sus limitaciones.
Tras la marcha del 9 de noviembre, las asambleas barriales están discutiendo nuevas iniciativas que podrían marcar un nuevo salto en la lucha. Lo mismo ocurre en otras ciudades españolas. En definitiva, el Estado Español se está encendiendo.