La lucha por la huelga general

Los trabajadores bolivianos están librando una lucha tenaz contra la tentativa del gobierno de Sánchez de Lozada de imponer la privatización del sistema previsional y educativo; la privatización de la petrolera estatal YPFB y desconocer el reclamo salarial de la Central Obrera (COB).


700 dirigentes sindicales se encuentran en huelga de hambre en todo el país. El jueves 21 se desarrolló una viva lucha de barricadas en las calles de La Paz. El estratégico gremio petrolero decretó una huelga general indefinida a partir del lunes 25, “con cierre de válvulas”. Los trabajadores tienden a la huelga general indefinida.


El gobierno organiza la reacción


El gobierno de coalición (MNR, Bolivia Libre, etc.), impulsa la entrega del 51% del capital de YPFB a manos de los monopolios extranjeros, con el objetivo de que se queden con el gran negocio del tendido de un gasoducto a Brasil. El hermano del ministro de ‘capitalización’, Revollo Therrier, acusado de recibir coimas de banqueros, es gerente de la Shell, lo cual delata una aguda lucha de intereses interburgueses. La  Confederación de Empresarios (CEPB) ha declarado su apoyo al plan privatizador.


Los partidos ‘nacionalistas’ y ‘opositores’ han concurrido a una mesa del diálogo propuesta por el gobierno, pero la movilización de los explotados los obliga a maniobrar. El jueves 21, el movimiento Conciencia de la Patria (Condepa) se retiró de la “mesa del diálogo” y convocó a una marcha ‘silenciosa’ contra el proyecto del gobierno. Pero Condepa pretende que primero se firme el trtado del gasoducto con Brasil y luego se proceda a discutir la privatización de YPFB.


La huelga petrolera moilizó a la VIII división del Ejército, de Santa Cruz, que ocupó la planta petrolera de Palmasola, la de gas de Río Grande y la estación de bombeo de Colpa.


Trinchera Revolucionaria


La Oposición trotskista del POR, que edita el periódico Trinchera Revolucionaria, anunció el 22 de febrero que “La batalla que se avecina es decisiva”. Pronosticó que “la intervención del ejército es inevitable”. Desde Trinchera se llamaba a organizar “la huelga general indefinida y también el bloqueo de caminos y de calles (y) la ocupación de las instalaciones de YPFB y de las demás empresas estatales y privadas para efectivizar la huelga”.