El sábado 15 de enero se realizó una mul­titudinaria manifestación de mujeres en Pa­rís. Más de 12.000 compañeras (y también compañeros) ganaron las calles para reclamar la ampliación de los derechos al aborto y otros reclamos. Ese día se cumplía un aniversario de la ley Veuil que -hace cinco años- introdu­jo el derecho al aborto. Pero esta conquista au­toriza a una “interrupción voluntaria del em­barazo” hasta las 10 semanas de gestación. Las manifestantes reclamaban la extensión del plazo. En Francia siguen los abortos clan­destinos después de las 10 semanas con su se­cuela de desgracias para las mujeres. Más de 5.000 mujeres por año viajan a Londres para abortar. A esto se suman otras limitaciones: en las ciudades del interior donde hay pocos mé­dicos, estos pueden negarse a realizar un aborto por “cuestión de conciencia”, con lo cual las jóvenes deben viajar a otras ciudades.

La marcha –que revitalizo el movimiento de la mujer en Francia- también incorporo el reclamo de la no discriminación de la mujer inmigrante (para que inmediatamente se les entregue sus papeles de regularización), con­tra la flexibilidad laboral que impone las 35 horas semanales votadas por el gobierno centroizquierdista de Jospin (reducción en el pa­go de horas extras, etc.), por educación sexual en las escuelas, etc.

La marcha contó con la participación acti­va de los partidos de izquierda y de organiza­ciones sindicales.

Un ejemplo a imitar el próximo 8 de mar­zo -día internacional de movilización de la mujer trabajadora— en la Argentina.