La movilización de la ultraderecha y la visita de Trump a Reino Unido

En la movilización sobresalieron las consignas antimigratorias

Más de 100 mil personas se manifestaron el sábado 13 en Londres con consignas antimigratorias, racistas, transfóbicas y banderas británicas e inglesas, en la que fue calificada como la movilización más numerosa de la ultraderecha en la historia del Reino Unido. Unos días más tarde, el presidente estadounidense, Donald Trump, visitaba el país. ¿Qué conclusiones podemos sacar al respecto?

La convocatoria del 13 fue lanzada por el activista Tommy Robinson, y se dirigió a la zona de Downing Street, donde se ubica el gobierno británico. Allí se escucharon algunos discursos, como el del multimillonario Elon Musk, emitido por videoconferencia, que reclamó la disolución del parlamento, un cambio de gobierno, y alentó la acción fascista. “Elijan o no la violencia, la violencia vendrá a ustedes (...) O se defienden, o mueren”, arengó.

La jornada viene precedida de una larga agitación xenófoba. En agosto del año pasado, una fake news que atribuyó a un migrante el horrendo crimen de tres niñas, impulsó a bandas ultraderechistas a atacar furiosamente los hoteles de migrantes. En ese momento, hubo también importantes contra-manifestaciones antirracistas. Posteriormente, empezaron a circular otras noticias falsas y mensajes estigmatizantes que etiquetaban a los migrantes asiáticos como delincuentes y abusadores de menores. Los grupos fascistas se hacen eco, también, de la teoría del Gran Reemplazo, que supone la existencia de un plan conspirativo para reemplazar a la población nativa por otra de origen extranjero. “Paren los botes”, referencia a las precarias barcas de migrantes ilegales que cruzan el Canal de la Mancha a diario, es uno de los lemas predilectos de estas organizaciones.

En las últimas elecciones británicas, en las que el laborismo derrotó a los conservadores, el ultraderechista Reform Party logró el tercer lugar con el 14 por ciento de los votos y consagró por primera vez un bloque en el parlamento. Al igual que Trump en Estados Unidos, estos grupos ultraderechistas se valen de los migrantes como chivo expiatorio para explicar la decadencia del Reino Unido y legitimar una política imperialista y represiva, que sea capaz de recuperar la gloria perdida.

Así como estos acontecimientos muestran un crecimiento de la ultraderecha en el Reino Unido, la recepción con honores a Trump por parte de la realeza y el gobierno del laborista Keir Starmer muestran hasta qué punto el régimen político termina favoreciendo esa agenda reaccionaria. En lo que respecta a la cuestión migratoria, puede decirse lo mismo. Las anteriores administraciones conservadoras llegaron al extremo de firmar un convenio de deportaciones con la lejana Ruanda.

El gobierno de Starmer aplica el ajuste contra las masas trabajadoras, promueve la guerra imperialista en Ucrania, el rearme frente a la "amenaza rusa", y persigue el movimiento en apoyo al pueblo palestino, que ha movilizado cientos de miles de personas en las calles contra el genocidio del Estado sionista. El grupo Palestine Action fue ilegalizado, y cerca de 900 personas fueron detenidas en la última manifestación para repudiar la proscripción. Estas medidas militaristas y represivas no hacen más que alimentar a los grupos reaccionarios.

El desafío de la ultraderecha racista y fascista plantea el frente único de lucha en las calles, lugares de trabajo y de estudio por parte de las organizaciones obreras, juveniles, de migrantes y propalestinas, sin dejar de enfrentar, ni perder de vista, las políticas de ajuste y rearme imperialista.

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