La movilización popular obligó a Piñera a cambiar el gabinete

Las movilizaciones estudiantiles de masas y las huelgas obreras, que bajaron la popularidad del gobierno de Piñera al 30%, obligaron al presidente chileno a realizar su segundo recambio ministerial en 16 meses de mandato, denominado un “cambio cosmético” por la oposición. En la ceremonia de nuevas asunciones, Piñera advirtió que “nuestras instituciones, nuestros liderazgos, están siendo puestos a prueba por una ciudadanía que está más empoderada”. A sólo tres días de los nombramientos, el flamante ministro de Energía, Fernando Echeverría, debió renunciar a su cargo por un “conflicto de intereses”.

La salida del titular de Educación, Joaquín Lavín, de su cargo, es, sin dudas, una victoria política de la movilización estudiantil. El jueves 14, luego de dos meses de lucha, nuevamente una multitudinaria marcha de 100 mil estudiantes secundarios y universitarios, junto a trabajadores, llegó hasta La Alameda. Hasta el día de hoy cientos de establecimientos educativos continúan tomados.

En este contexto, más de 2.300 trabajadores de La Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, ubicada en el norte del país, decidieron extender indefinidamente el paro de 24 horas que realizaron el viernes 22 por reclamos contractuales. Los operarios se mantendrán en la mina, a 3.100 metros de altura, donde realizarán marchas.

La protesta en la minera se produce luego de la huelga que realizaron el pasado 11 de julio decenas de miles de trabajadores de la estatal Codelco, la mayor productora mundial de cobre, en rechazo a un plan de modernización que consideran un proceso de privatización encubierta. La Escondida produce más de 1 millón de toneladas anuales y el 6,8% del cobre extraído a nivel mundial. Un comunicado del Sindicato de Trabajadores de Minera Escondida informó que en 2010 esta mina generó ganancias que superaron los 4.000 millones de dólares, de los cuales sólo unos 300 millones se destinan a remuneraciones.