La policía desaloja la zona autónoma de Seattle

El Partido Demócrata contra la rebelión popular.

Surgida como uno de los puntos sobresalientes de la rebelión desatada a raíz del asesinato de George Floyd, la Zona Autónoma de Capitol Hill, en Seattle, fue reprimida por un enorme dispositivo policial. Más de cien efectivos fuertemente pertrechados y con vehículos de tipo militar, junto a agentes del FBI, irrumpieron en el barrio en la madrugada del martes exigiendo el abandono de las plazas y la desmovilización de los vecinos y trabajadores que protagonizaban esta iniciativa.


El saldo de la represión incluyó 44 detenidos, personas afectadas por gas pimienta y numerosos sin techo desalojados de los parques donde residían. La policía actuó luego de que la alcaldesa del Partido Demócrata, Jenny Durkan, dictara subrepticiamente la orden de desalojo a las 2 AM con el argumento de la necesidad de otorgar ‘seguridad’ habida cuenta que ocurrieron dos asesinatos en Capitol Hill en situaciones aún no esclarecidas. Se trata de un mero pretexto para avanzar contra los manifestantes, toda vez que no hay relación entre las actividades desarrolladas en la zona autónoma y los crímenes ocurridos y que en Estados Unidos se suceden crímenes violentos sistemáticamente sin que eso amerite preocupación por parte del establishment político. Por el contrario, la propia policía ha continuado cometiendo asesinatos en el marco de la represión a la rebelión en todo el país.


La alcaldesa y el gobernador del estado de Washington, el también demócrata Jay Inslee, comenzaron coqueteando con la rebelión popular y sus consignas para luego ordenar, para regocijo de la Casa Blanca, la ‘recuperación’ de Capitol Hill. Este devenir político debe ser advertido por la juventud y los trabajadores estadounidenses toda vez que la política del Partido Demócrata consiste en encauzar la energía de la rebelión en una mera acumulación electoral de apoyo al candidato Joe Biden contra Trump, sin dar una satisfacción genuina a los reclamos del movimiento #Blacklivesmatter. Una fuerza constitutiva del imperialismo yanqui como el Partido Demócrata está inhabilitada para encarar, no ya la abolición de las fuerzas represivas, sino cualquier reforma seria en el terreno.


El pueblo de Seattle y su zona autónoma, expulsando a la policía y organizando de manera democrática la provisión de alimentos, salud y todo tipo de actividades culturales son una muestra de la capacidad de iniciativa con la que cuentan la juventud y los trabajadores estadounidenses. La rebelión norteamericana debe dar paso al desarrollo de una alternativa política independiente y propia de los trabajadores.