Lagos disfraza la impunidad

No es una casualidad que los partidos políticos chilenos, incluidos los de la derecha, y hasta el alto mando militar hayan recibido con saludos y hasta aplausos la nueva andanada de leyes de impunidad que acaba de anunciar Ricardo Lagos. Es que el presidente "socialista" no se aparta un milímetro de la senda amnistiadora que el régimen político chileno viene transitando desde que el pinochetismo abandonó el poder.


A cambio de una indemnización a los torturados, restringida a un número limitado de personas y de carácter puramente "simbólico", Lagos anunció que enviará al Parlamento una ley de obediencia debida, es decir que exime de responsabilidades penales a miles de represores de baja graduación. Los que no están alcanzados por esta ley no deben preocuparse: están cubiertos por la amnistía de 1978, dictada por la dictadura, todavía vigente gracias a los sucesivos gobiernos "democráticos" y que Lagos continúa negándose a anular. También propugna una ley similar a la del Punto Final argentina, ya que plantea la inimputabilidad de quienes todavía no están procesados.


Los Familiares de Detenidos Desaparecidos denunciaron los anuncios de Lagos como un "disfraz de la impunidad".