Las bolsas chinas: ¿Y si explotan?

En la última semana se han registrado bruscos cambios de precios en las bolsas de China. Todo el mundo advierte que lo que se está produciendo es una ‘burbuja’, o sea que está condenada a una explosión. El asunto no es menor porque la Bolsa de Shangai es la vía predilecta para la venta de las empresas estatales que se han convertido en sociedades por acciones. Es decir que se dirime la restauración capitalista en China. La restauración capitalista en Rusia, China y los países de Europa del Este jugó un rol protagónico central en el auge bursátil iniciado en la década del noventa y facilitó el ingreso de capitales del exterior.


Este proceso produjo un festival de emisiones que impulsó las subas de las bolsas. “Los mercados financieros son un negocio próspero. Esto refleja el crecimiento del mercado de capitales que se expandió al doble del Producto Bruto global desde 1993 a 2004”, asegura una firma de consultores. “Los mercados de valores, derivados y mercados de bonos se agrandaron, los inversores se han desplazando a una variedad de productos financieros negociables.“ (The Economist , 4/5).


Se han vendido en las nuevas bolsas empresas y bancos gigantescos. El “recientemente listado Industrial and Comercial Bank of China (…) está a la par, en tamaño, con el Citigroup.” Además, “Rusia y China están entre los más grandes mercados de ofertas inciales de acciones del mundo” (The Economist, 17/4).


Los vasos comunicantes


Ahora, como consecuencia de este vertiginoso crecimiento, comenzaron las preocupaciones.


“Alerta de burbuja: estar cauteloso con las bolsas chinas”, titula un artículo del Wall Street Journal, donde enumera las diversas vías que “permite a los inversores de EEUU poner dinero en las bolsas de China”.


J.P. Morgan “reveló un fondo mutual en febrero”, otra empresa organizó el “Morningstar”, que permite invertir en las bolsas de China; hace un mes una bolsa de futuros de Chicago (CME) organizó “contratos de futuro vinculados al Indice Chino FTSE/Xinhua China 25”. Además, empresas chinas estan “listadas” en Wall Street. “El viernes debutó LDK Solar en el NYSE”, Acciones de China Sunergy” cotizan desde hace unas semanas. (Wall Street Journal, 4/6). Todo esto significa que si Shangai ‘estornuda’ necesariamente se tendrán que resfriar los fondos que canalizan capitales a China y las bolsas extranjeras en la que se cotizan bancos de China. Lo que es todavía más importante: si Shangai se derrumba se paraliza al mismo tiempo la privatización de empresas en gran escala en China, la penetración del capital internacional y la internacionalización de los empresas chinas que ya tienen un carácter capitalista.


La magnitud de los negocios bursátiles


La caída del 9% de la Bolsa China, a fines de febrero, “envió olas de conmoción a través de los mercados financieros” (ídem). Hizo caer a todas las bolsas del mundo porque, además, la Bolsa norteamericana está condicionada a la perspectiva de una recesión o de un estallido financiero como resultado del derrumbe de la especulación inmobiliaria. Las caídas de las bolsas en China no tuvieron, sin embargo, el impacto del derrumbe de fines de febrero. ¿No pasará nada, entonces, como dicen algunos? De ningún modo, porque la especulación bursátil mundial también es una ‘burbuja’. “El valor de las acciones transadas en todo el mundo se ha incrementado el 28% el último año, a 69,8 billones de dólares” (The Economist, 24/5); es el punto más alto de la historia. Estos billones simplemente están ‘inflados’ como consecuencia de compras financiadas con créditos a baja tasa de interés. Los precios de las acciones son ‘baratos’ en relación a esa baja tasa de interés, por eso cualquier movimiento de suba de ellas derriba a las bolsas, como ocurrió hace menos de diez días.


En las últimas semanas las dos principales bolsas de China, Shangai y Sentzen, llegaron a caer en cinco ruedas más del 20%, lo que extendió las pérdidas en su capitalización bursátil a más de 400 mil millones de dólares. Luego se recuperó parcialmente.


¿Y si explotan?