Internacionales
14/11/1996|519
Las masacres en África
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El ‘mundo occidental’ se prepara de nuevo para una operación de socorro humanitario frente a la descomunal catástrofe humana que se está produciendo como consecuencia de la guerra en la frontera entre Zaire y Ruanda. Pero la guerra misma es de estricta responsabilidad del imperialismo ‘occidental’, que ha estado defendiendo con uñas y dientes su dominación en los países de la región. Lo que se encuentra en juego ahora son los riquísimos yacimientos mineros del Zaire.
El detonante del presente conflicto, la decisión del gobierno del Zaire de aprovechar las rivalidades entre las tribus hutus, refugiadas en su territorio, y tutsis, que gobiernan Ruanda, para anexar parte de este país, concluyó en un estrepitoso fracaso, que amenaza ahora con el desmembramiento del Zaire. Ya hace bastante tiempo que los diversos jefes locales procuran establecer sus propios dominios, en particular instigados por las empresas mineras. Sin embargo, la posibilidad de que el gobierno ruandés se apodere de regiones zaireanas y el peligro de un caos generalizado, ha puesto en movimiento a las cancillerías imperialistas.
Francia y Bélgica son las potencias imperialistas tradicionales de la región, pero la presencia norteamericana ha crecido sin cesar. El gobierno francés está empeñado en derrocar al gobierno tutsi de Ruanda, luego de que fuera desalojado sangrientamente el anterior régimen hutu, sostenido por Francia. El ejército hutu, refugiado en el Zaire, se mantuvo armado y entrenado desde su exilio, por parte de Francia, a la espera de la revancha. La instigación del Zaire a los hutus para que reabrieran la guerra civil en Ruanda, así como la ola de masacres contra pobladores tutsis en el Zaire, dieron origen a la actual situación.
La intervención ‘humanitaria´ no se limitará, entonces, a proteger a los millones de personas que deambulan sin alimentos como consecuencia de la guerra, sino a imponer una ‘solución política´, que Chirac, de Francia, quiere que sea co-patrocinada por Clinton. Sin embargo, lo más probable, aseguran observadores internacionales, es que tenga lugar un golpe de Estado contra el gobierno pro-minero del Zairey que el propio Zaire ingrese en una guerra civil de la que sólo se salvarían los principales enclaves controlados por los pulpos internacionales de la minería.