Le Monde Diplomatique festeja a Kirchner y Lula

No sólo existen las Cortes “adictas”, también hay prensas adictas. En este caso se trata de un vocero semi-izquierdista del imperialismo francés, manejado por una cúpula que manipula el Foro Social Mundial. Lejos de sentirse afectados por los acuerdos de Lula con la banca internacional y el FMI, el último número de Le Monde Diplomatique (LMD) está consagrado a las “democracias (latinoamericanas) que se oponen a los EEUU”. O sea que no hay mejor defensa que un buen ataque. El sometimiento del centroizquierdismo tercermundista al imperialismo es presentado como lo contrario, como “cambios profundos en el hemisferio” e incluso la configuración de un “bloque antiimperialista” encabezado por Evo Morales y Lula. El artículo respectivo está firmado por un argentino, Luis Bilbao, que se las ha arreglado en las últimas dos décadas para hacer de plumífero del izquierdismo oficial desde el Foro de San Pablo.


Aunque Lula, acuerdo con el FMI mediante, ha incrementado la miseria social y la desocupación a niveles estratosféricos, y al mismo tiempo ha logrado la mayor acumulación de lucros de los bancos, Bilbao asegura que bajo el “liderazgo de Brasil” el “bloque antiimperialista” habría propinado dos “severos reveses a la Casa Blanca” el mes pasado: durante la Cumbre Iberoamericana en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y días después, en la reunión de cancilleres realizada en Miami para discutir el Alca.


TechintMorales


La primera de las reuniones mencionadas fue por cierto muy importante, esto porque acabó de sellar el acuerdo contrarrevolucionario que permitió usurpar la revolución boliviana mediante el desplazamiento del “neoliberal” Sánchez de Lozada por su vicepresidente, el igualmente “neoliberal” Carlos Mesa. Es necesario tener presente que este recambio tuvo lugar a instancias de los mediadores enviados a Bolivia por Kirchner y Lula el 16 de octubre por la noche, cuando la política de masacre de la embajada norteamericana había fracasado y se asistía a un inminente derrumbe del ejército. Esto es lo que Bilbao califica como el “revés de la Casa Bla nca”. En la “cumbre iberoamericana” fue pactado, sin embargo, algo más: el apoyo de Evo Morales al cumplimiento integral del mandato constitucional de Mesa, o sea hasta el 2007.


Esto no es tampoco todo, aunque representa lo más importante estratégicamente. Además, Kirchner obtuvo el acuerdo de Morales para la construcción del gasoducto del Norte, un negociado para Techint, que se extenderá al Altiplano, lo cual supone la prosecución de la privatización gasífera en Bolivia. De paso cañazo, el acuerdo es una suerte de garantía anticipada para Repsol, cuyo control de los yacimientos en Tarija está ligado a la exportación de gas. Días después, Morales hizo su declaración de apoyo más firme al gobierno de Mesa, en cuyo gabinete están quienes elaboraron el plan de explotación de los recursos gasíferos de Bolivia durante la gestión de Sánchez de Lozada.


LulAlca


Mientras toda la prensa internacional puso de relieve que “el acuerdo de Brasil y EEUU salvó las discusiones del Alca en Miami”, Bilbao se empeña en ver a “Lula como gran vencedor (contra) la embestida estadounidense”. ¿Vencedor por qué?, ¿acaso Lula le impuso al imperialismo alguna reivindicación nacional latinoamericana? Bilbao asegura que el “acuerdo” alcanzado en Miami “deja paso a acuerdos bilaterales que son la negación del Alca”, pero no añade que esos “acuerdos bilaterales” imponen la colonización del capital financiero y de ningún modo representan una “victoria antiimperialista”. La “negación” del Alca, en este caso, no deja de ser beneficiosa para el imperialismo.


Mientras todos los chavistas, lulistas y kirchneristas realizaban un “plebiscito contra el Alca”, con los mismos argumentos de Bilbao, los representantes oficiales del chavo-lula-kirchnerismo firmaban en Miami un pacto para “continuar las negociaciones por el Alca”.


La pequeña burguesía pro-imperialista francesa y su equivalente proimperialista de Brasil se encuentran aliadas en el Foro Social Mundial y se expresan a través de Le Monde Diplomatique. Su “antiimperialismo” es una especie demagógica del imperialismo de la Unión Europea. Pero al igual que éste, está obligada a someterse al imperialismo yanqui, que es más fuerte y cuyos capitales dominan el mercado mundial.