El significado de las protestas en Cuba

Este domingo se realizaron en Cuba protestas que tienen como telón de fondo un agravamiento de la situación sanitaria, el desabastecimiento y los apagones eléctricos que se están dando en la isla desde el 21 de junio.

Las movilizaciones se iniciaron en San Antonio de los Baños, una ciudad próxima a La Habana, y se fueron replicando en otras ciudades del interior y finalmente en la capital. El gobierno reprimió con gas pimienta y efectuó detenciones. Entre los detenidos figuran Frank García Hernández (historiador e integrante del blog Comunistas), Leonardo Romero Negrín (joven de izquierda y estudiante de física de la Universidad de La Habana), Maykel González Vivero (director de la revista Tremenda Nota) y Marcos Antonio Pérez Fernández (estudiante secundario).

La novedad de las movilizaciones es que se expresó un genuino rechazo de franjas populares y sectores que defienden la revolución ante un escenario de penurias crecientes. El presidente Miguel Díaz Canel debió reconocerlo en su conferencia de prensa, cuando dijo -refiriéndose a los acontecimientos de los Baños- que entre los movilizados había “personas de pueblo que están viviendo parte de las carencias y dificultades” y “revolucionarios que pueden estar confundidos” (Cuba Debate, 11/7).

No se nos pueda escapar la explotación política que intentan hacer los gusanos y el imperialismo, alentando la conformación de agrupamientos anti revolucionarias dentro y fuera de la isla, y promoviendo una mayor extorsión económica y política sobre Cuba. En las movilizaciones se ha abierto paso el slogan “patria y vida”, un contrapunto con la consigna “patria o muerte” emblemática de la revolución cubana

Díaz Canel acusó en su conferencia de prensa al imperialismo por el recrudecimiento del bloqueo económico, pero lo que no dijo es que el gobierno cubano viene llevando a cabo un proceso de apertura y restauración capitalista, cediendo a las presiones de las metrópolis imperialistas.

Por otro lado, está el desabastecimiento, que alcanza inclusive a productos básicos. La oferta se concentra en las tiendas que venden en dólares, habilitadas por el gobierno desde el año pasado, pero el grueso de la población tiene acceso a una moneda sumamente devaluada. Un hecho retratado por varios cronistas ha sido el saqueo de productos de primera necesidad en estas tiendas. El dólar en el mercado negro pasó en dos meses de 24 a 72 pesos (Comunistas, 11/6). La escasez de divisas se ha agravado en la isla con el derrumbe del turismo, como consecuencia del Covid-19. Las masas padecen la inflación y devaluación que han traído aparejadas la unificación monetaria.

Asimismo, eliminó el requisito de la participación mayoritaria del Estado en las empresas mixtas y habilitó al sector no estatal a exportar e importar (con la intermediación de empresas públicas especializadas en el tema, que actúan como asesoras), lo que supone una flexibilización del monopolio estatal del comercio exterior. También se modificó el Código de Trabajo, posibilitando el despido sin causa y flexibilizando la jornada de 8 horas hasta 9 horas (aunque hay jornadas de hasta 12 horas en el sector privado). El proceso de apertura al capital no va acompañado por la libertad de organización de la clase obrera.

A la par de estas medidas, el gobierno ha acentuado la persecución contra sectores y corrientes disidentes de izquierda que reivindican la revolución pero que critican el rumbo que viene promoviendo la elite dirigente de la isla. Las consecuencias de esta política de penurias, ajuste y mayor desigualdad han terminado desembocando en el estallido actual.

En las últimas semanas, el agravamiento de la situación social se combinó con el recrudecimiento de la pandemia. El coronavirus pegó un salto, lo que se tradujo en una mayor demanda de medicamentos (que escasean) y en una presión sobre el sistema sanitario. La habilitación de centros adicionales, e incluso de hoteles para atender a pacientes, habría recargado la demanda eléctrica de un sistema muy precario. La combinación de fallas en la generación y el aumento de los requerimientos energéticos condujeron a apagones masivos desde el día 21.

Reclamamos la libertad de los detenidos en las movilizaciones del domingo. Abajo el bloqueo norteamericano. Por el derecho a la organización sindical y política de los trabajadores. Por un verdadero plan de desarrollo económico en la ciudad y en el campo, bajo el comando de sus trabajadores.