Limpieza étnica

La parlamentaria israelí Ayelet Shaked, diputada del partido Hogar Judío, una fuerza fundamentalista, ha conseguido que las redes sociales le hayan asignado como apodo El Ángel de la Muerte, tras declarar que los militantes palestinos “tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas. Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podrían realizar atentados.

Ahora todos son combatientes enemigos y su sangre caerá sobre sus cabezas. Incluso las madres de los mártires, que los envían al infierno con flores y besos. Nada sería más justo que siguieran sus pasos. Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes”.
La diputada describe en forma descarnada una política de Estado.