Lo que dejan las elecciones de Rio de Janeiro

Tras el triunfo del evangelista Crivella sobre el candidato del PSOL.


El segundo turno de las elecciones de Rio de Janeiro, dio triunfo al candidato evangélico Marcelo Crivella (PRB), con un 60%, contra el 40% de Marcelo Freixo del Psol. Río había sido gobernada, en la última década, por una alianza del PMDB con el PT y el PCdoB. El derrumbe de este bloque político quedó, así, convalidado en las urnas. El ganador, Crivella, es un cuasi fascista, lo que no impidió que fuera ministro en el gobierno de Dilma Rousseff. Enseguida de conocido el resulta, el pastor (en retiro) declaró que “las urnas afirmaron que no quieren la legalización del aborto, de las drogas y de las ideologías de género; y que espera el apoyo de la cámara municipal para que eso no avance” (O Globo 31/10). Crivella es un obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios, la mayor y más rica de las sectas neo pentecostales del país; es propietaria de unos seis mil templos, cientos de agencias de turismo religioso, 23 canales de TV, 20 re transmisoras y 76 radios, que cubren el 80% del territorio nacional, y cuenta con un partido político propio, el PRB – un aparato de 22 diputados en el congreso, 80 intendentes y 1.300 concejales.


 


La Iglesia Universal creció aceleradamente en todos los terrenos de la mano del PT, algo que Crivella agradeció en forma pública. Crivella integró el bloque parlamentario del gobierno de Lula y el gabinete de Dilma. El vice del primer gobierno de Lula, el fallecido José Alencar, era también un jefe evangélica con posiciones fascistizantes. La putrefacción del centroizquierdismo brasileño se expresa en otro dato para la vergüenza: el futuro secretario de educación de Crivella será César Benjamín, quien fuera en 2006 el candidato a vice de Heloísa Helena (también ella evangélica) en la fórmula presidencial del Psol. Hace tiempo fue hecho público que una de las principales siderúrgicas de Brasil, Gerdau, contribuía para la campaña del Psol de Porto Alegre, Luciana Genro.


 


Crivella enfrenta una fenomenal debacle del conjunto del estado. Estas elecciones se desarrollaron en el cuadro de “La peor crisis financiera de la historia del Estado”(O Globo, 25.3.16). El déficit fiscal, del el 202% del presupuesto, supera, claro, la barrera del 200% establecida por la “Ley de Responsabilidad Fiscal”. Una violación semejante fue la excusa para el Impeachment de Dilma. La quiebra del Estado obedece a los abultados subsidios al gran capital, que fueron otorgados por la administración petista, por R$ 151 mil millones entre 2010 y 2015. Entre las beneficiadas se encuentran Nissan, Michelin, Loreal, asi como los monopolios del transporte público. El derrumbe del precio internacional del petróleo afectó a los royalties y llevó que cobran los estados. La construcción civil y la obra pública están totalmente paralizadas. Los 30 mil obreros de la construcción pasaron en tres años a tan sólo 3 mil (O Globo 24/10/16).


 


El gobernador interino del estado ha mandado a la legislatura un proyecto para que se declare el “estado de calamidad pública”, para habilitar el despido de empleados estatales, recortar salarios (hasta un 30%), aumentar los aportes jubilatorios (del 11% actual hasta un 14%) y aumentar impuestos. Los pagos de los salarios a estatales, docentes y fuerzas de seguridad se realizan fuera de los cronogramas y en cuotas. Está en duda el pago del aguinaldo para este año. Acecha la posibilidad del default como consecuencia de la elevada deuda financiera.


 


Los dos turnos


 


El responsable de este desastre es el partido del presidente Temer. Con un 16%, quedó en tercer lugar y perdió 8 de las 18 bancas en la cámara legislativa. La especulación inmobiliaria de las faraónicas obras para el Mundial y una corruptela millonaria con las grandes constructoras como Oderbretch, podría llevar a la cárcel al ex gobernador, Cabral (PMDB).


 


El PT, que ni siquiera pudo presentar candidatos propios, concurrió en las listas de su histórico aliado, el PCdoB, y fue premiado con un paupérrimo 3% (Lula y Dilma participaron físicamente en la campaña). En 2012 ambos partidos habían ido coaligados con el PMDB.


 


El Psol, que pasó de 4 a 6 concejales, quedó como segundo bloque. Con más de un millón de votos, fue la mayor elección desde la fundación del partido, en 2005, a pesar de contar con sólo 11 segundos en los espacios en los medios y escasos recursos financieros. En gran parte del territorio carioca, dominada por paramilitares (zona oeste) el Psol tiene en la práctica vedado el ingreso.


 


Freixo trató de demostrar en toda la campaña que estaba lejos de ser un “extremista” y ‘prometió que mantendría el dialogo con los empresarios. “Sería absurdo, declaró (O Globo, 23.9), demonizar al capital privado”. Dados los desfalcos que cometen estos empresarios en Río, se trata de un compromiso pesado. También se comprometió a no nombrar secretarios de gobierno a representantes de la llamada ‘extrema izquierda’ del Psol. Anunciaó que formaría un gabinete de notables y no de militantes Desde un ángulo diferente al aplicado a Crivella, el Psol exhibe una putrefacción política extrema. Es, sin embargo, la expresión casi unánime de la izquierda de Brasil.


 


El voto a Freixo se concentró en los barrios de la clase media de la zona sur, la parte más rica de la ciudad y fue marginal en las zonas norte y oeste más pobres y obreras. La campaña tuvo por eje la defensa de los derechos de las minorías sexuales y étnicas, ordenar el transporte público y una reforma de la policía y de la guardia municipal. En toda la campaña no levantó ni una sola reivindicación obrera y de lucha. Frente al cuadro catastrófico que padece la clase obrera ni hizo referencia alguna a la crisis del capital y sus consecuencias sobre las masas populares.


 


El dato sobresaliente de los comicios, en Río, fue el récord histórico de abstencionismo, votos en blanco y nulos, que en su totalidad sumaron más de dos millones, el 42% del padrón, superando la votación obtenida por Crivella ( 1.7 millón) y la media nacional que fue del 33%. Ninguna organización política impulsó el votoblanquismo o el abstencionismo electoral durante la campaña.


 


En otras ciudades del país el Psol fue aún más lejos en la promoción de carreristas. En el segundo turno en Belén ( capital de Pará) cerró un acuerdo con el PMDB; en Cuiabá (Mato Grosso) el candidato del Psol fue el Procurador Mauro, un evangelista contrario al derecho al aborto y al casamiento gay, como mínimo, - un Crivella al cuadrado. La llamada “esquerda radicalizada” como el PSTU con Cyro Gomes sacó el 0,19% (5759 votos) y el PCO menos de 290 votos.


 


Descomposición


 


En los meses previos a las elecciones y durante la misma campaña fueron asesinados 17 candidatos a concejales y políticos en todo el estado, mayormente en las zonas oeste y norte dominadas por las milicias paramilitares. Estos grupos mafiosos compuestos por agentes de las fuerzas de seguridad, tanto activos como exonerados por diferentes crímenes, actúan como un estado paralelo recaudando cifras millonarias con el cobro compulsivo de tasas de seguridad, la venta de TV por cable clandestino, transporte trucho, agencias de préstamos de dinero con tasas usurarias y venta de garrafas al doble del precio de mercado. Aquellos pobladores de las favelas que se rehúsan a entrar en el circuito económico de estas mafias son castigados cruelmente. Estos milicianos cuentan con partidos políticos y varios representantes en las cámaras legislativas. En las recientes elecciones municipales conquistaron 4 bancas en diferentes distritos y la intendencia de Rio Bonito, donde el intendente electo y actual diputado, Marcos Abrahão (PTdoB) está acusado de matar a un diputado para asumir en su lugar siendo él el suplente.


 


Durante el transcurso de esta última campaña electoral los paramilitares cobraban hasta 120 mil reales de los candidatos para permitirles entrar a las zonas dominadas por ellos. Desde fines de 2015 los traficantes de drogas han emprendido una gigantesca ofensiva con armas de gran poder de fuego, retomando el control de las favelas “pacificadas” por la policía en los últimos 6 años. Existe un verdadero clima de guerra civil en gran parte de la ciudad.


 


El gobernador ya le exigió al propio presidente el envío inmediato del ejército para intervenir contra el crimen organizado, lo cual no hará más que incrementar los enfrentamientos con su tendal de civiles muertos y heridos. El secretario de seguridad e ideólogo de las policías pacificadoras de las favelas (UPP) acaba de renunciar reconociendo la derrota de sus planes “pacificadores” y protestando por el recorte del 34% del presupuesto de su secretaria.


 


Según el censo de 2010 cerca de 1,4 millones de trabajadores viven en las 763 favelas de la ciudad. El número corresponde al 22% de la población. Son las víctimas directas de un Estado en permanente fragmentación, de la violencia de la Policía que más mata en el mundo, y de la acelerada descomposición social provocada por la crisis capitalista.


 


Los gobiernos, nacional y estadual, están preparando en el Congreso y en la legislatura de Rio medidas y leyes que tienden a hacer tabla rasa de las conquistas históricas del proletariado brasilero. Tercerizaciones, aumento de la edad jubilatoria, flexibilización de las leyes laborales para abaratar los despidos, así como despidos en masa de empleados estatales. La burguesía brasileña que durante la etapa petista en el poder se benefició de forma extraordinaria, ahora está descargando todo el peso de su crisis sobre las espaldas agotadas de los trabajadores de la ciudad y del campo.


 


Por estos días comienzan nuevas luchas, como el paro de los empleados judiciales, las marchas de los trabajadores contra la privatización de la compañía de agua (Cedae) y la ocupación de colegios contra el recorte presupuestario para educación y la reforma de la currícula.


 


Mientras Brasil está siendo conmovido hasta sus cimientos por una crisis sin precedentes, la izquierda existente se ata cada vez más al carro putrefacto del estado capitalista.


 


01/11 Río de Janeiro


 


Marcelo Freixo, candidato del PSOL - Foto: Télam