Los Balcanes, el Puerto Rico de la Unión Europea y de la Otan

El régimen estatal precedente ha sido completamente removido y reemplazado por una nueva configuración política. La Otan ya ha nombrado al administrador de la provincia, un francés; ha comenzado a designar jueces; está entrenando una nueva policía; ha comenzado la apertura de cárceles, incluso su privatización; la moneda yugoslava, el dinar, está siendo reemplazada progresivamente por el marco alemán; naturalmente no sería necesario un banco central, pero en todo caso la autoridad monetaria será designada por el FMI. El establecimiento de este protectorado no tiene fecha de finalización.


Protectorado


Lo que ocurre en Kosovo ya se encuentra funcionando en Bosnia, un territorio mayor y más poblado, desde 1994. El ejecutivo real de Bosnia lo ejerce “un representante de alto rango de la ONU dotado de plenos poderes y supremacía sobre los representantes legítimos del pueblo bosnio —incluso de la facultad de destituirlos…” (El Dipló, julio/99). De cualquier manera, dice un alto figurón norteamericano, Edward Lutwark, “el protectorado probablemente se extienda a Albania porque no puedes tener tranquilidad en Kosovo en tanto Albania siga siendo una anarquía. Albania no es un reino o una república sino una anarquía” (Página 12, 7/7). Como se puede ver, el desmantelamiento relativo del Estado provocado por la revolución albanesa de marzo de 1997 no puede ser superado sino por la intervención estatal exterior de las potencias imperialistas. Como no puede desconocerse que en Macedonia se encuentran estacionados 30.000 soldados de la Otan, resulta claro que el conjunto de los Balcanes se ha convertido en una dependencia estatal, semi-estatal o para-estatal de los Estados de la Otan. Bulgaria y Rumania, que aún no forman parte de la Otan, prohibieron sin embargo la utilización de su espacio aéreo por parte del ejército ruso a partir de una orden que les impartieron los cuarteles de la Otan. En conjunto, la Otan ya tiene estacionados 110.000 soldados en los Balcanes (Albania, Kosovo, Macedonia, Bosnia).


El contenido social de este protectorado será capitalista por decreto. Así lo establecía el capítulo 4 del tratado de Rambouillet, que Milosevic se había negado a firmar: “La economía de Kosovo funcionará de acuerdo con los principios del mercado”. No solamente esto. Para Kosovo, dice el Financial Times (28/6), “no se ha establecido una ‘estrategia de salida’ o un retiro internacional de tropas en doce meses. En lugar de esto los políticos (de la Otan) se están concentrando en medidas internacionales de largo plazo para integrar a los Balcanes con el resto de Europa y eventualmente con la Unión Europea”. En palabras de un funcionario norteamericano: “la estrategia de salida es ahora la estrategia de la integración”. Es en función de esto que la Otan está impulsando la salida de Milosevic, por un lado, y la separación de Montenegro y de Voivodinia (donde hay una fuerte minoría húngara) de Yugoslavia, por el otro.


Puerto Rico


El 10 de junio pasado, los países de la Unión Europea firmaron, en Colonia, Alemania, un “pacto de estabilidad para el sudeste de Europa”, que establece oficialmente esta política de ‘integración’. El financista George Soros, con fuertes intereses en la región, resumió el planteo en los siguientes puntos: establecimiento de una unión aduanera del sudeste europeo, primero, y con la Unión Europea, luego; control del presupuesto de la región por parte de la Unión Europea; circulación de una moneda común, el marco o convertible al marco, y en una segunda etapa el euro; realización de elecciones democráticas en todos los países afectados (Financial Times, 6/7). Estos llamados países del ‘sudeste europeo’ no tendrán, sin embargo, igualdad de derechos políticos dentro de la Unión Europea, ya que sólo podrán ocupar un lugar en el parlamento europeo, no en la Comisión ejecutiva, y sólo como miembros sin derecho a voto (Business Week, 21/6). La revista empresarial norteamericana añade que semejante forma de integración podría acelerar el ingreso de los restantes países del este europeo a la Unión Europea. Para resumirlo en un concepto, Europa del este se convertiría en un Estado Asociado de la UE, es decir que tendría el mismo carácter que tiene la asociación de Puerto Rico a los Estados Unidos. El atropello es tan enorme que el presidente de Croacia, el fascista Tudjman, se ha visto obligado a escribir un artículo para el International Herald Tribune (6/7), en el que pide “una aproximación individualizada” a la UE y “un diálogo país por país”. Hay que agregar que la tendencia a un régimen de protectorados se ha extendido hacia el sur de Rusia a partir de la firma de un acuerdo político-militar entre la Otan y Ucrania, Uzbekistán, Moldavia, Azerbaidjan, Georgia y Kazakastán.


Fuera la Otan. Federación Socialista


La libertad nacional a la que aspiran las masas de Kosovo ha quedado, bajo el protectorado otanista, mucho más lejos de lo que estaba bajo Yugoslavia. Las fuerzas del KLA están siendo reclutadas, previa selección, para formar parte de la policía regional de la Otan; entre los jueces nombrados hay ex funcionarios de Milosevic; el KLA está ocupando empresas que pertenecían a Serbia con la declarada intención de privatizarlas (La Prensa, 11/7).


El significado histórico de estos acontecimientos es el siguiente: la restauración capitalista en el este de Europa, Rusia, China y Cuba, no puede proceder hasta el final sin la intervención militar de las potencias capitalistas; sin guerras; sin protectorados; sin contrarrevoluciones y guerras civiles. No existe una cosa que se llame restauración ‘espontánea’ al capitalismo, por la exclusiva acción de las fuerzas del mercado. El mercado hace un trabajo pionero y hasta incluso de topo, pero sólo la acción político-militar abierta puede consumar la restauración del capitalismo. Es por este motivo que el derrumbe de la URSS ha abierto un período definidamente nuevo de la crisis capitalista mundial. Es que cuando el mercado mundial capitalista expulsa continuamente mercancías, capitales, capitalistas y naciones capitalistas ‘sobrantes’, como consecuencia de la crisis de sobreproducción y la caída vertical de la tasa de beneficios del capital mundial, es incoherente que pueda absorber a nuevas naciones que ya cuentan con fuertes industrias estatales que nacieron de un modo anti-capitalista. El modelo de toda restauración capitalista es la absorción del este alemán por la Alemania capitalista, y aún esta absorción ha provocado una crisis del cual la Alemania unida todavía no ha salido.


El establecimiento compulsivo de un protectorado no dejará de provocar una inmensa resistencia nacional; los kosovares y los albaneses se levantarán contra sus nuevos amos que han venido disfrazados de liberadores. Milosevic, que es rápido como la liebre para adaptarse a las presiones de los grandes Estados, ya ha dicho que pretende introducir la plena economía de mercado. Pero esto deberá acentuar de una forma colosal el movimiento de masas que se va desarrollando, para derrocarlo. Más allá de las maniobras de trastienda del imperialismo, los soldados que fueron a Kosovo o resistieron militarmente en Serbia; los obreros que han perdido sus fábricas; la población que vive hambreada mientras la mafia de Milosevic prospera en el mercado negro; en una palabra, el pueblo de Serbia luchará a muerte contra el dictador procapitalista que destruyó la Federación Yugoslava y capituló ante la Otan, masacrando trabajadores kosovares y bosnios.


El imperialismo ha creado el problema y también la solución: para superar el sometimiento nacional, la explotación y la miseria, los trabajadores de los Balcanes ya están levantando la consigna de la unidad internacional de la clase obrera y la unidad socialista de todos los pueblos balcánicos.