Internacionales

30/11/2014

Los explotados griegos paralizan el país


La GSEE y la ADEDY, principales centrales de trabajadores griegos, pararon este 27 en repudio a la visita de los inspectores de la Troika para planificar un nuevo plan de recorte. El éxito de la medida en el transporte fortaleció la huelga: adhirieron choferes y el metro de Atenas, portuarios, aeronáuticos y controladores aéreos. En Tesalónica, segunda ciudad griega, se paralizó el transporte público y se movilizaron los trabajadores de la metalúrgica bajo gestión obrera Viome. A su vez, una gran manifestación desde el mediodía en Syntagma, plaza principal de la capital, congregó más de 25 mil personas bajo consignas como “basta de ajuste”, “basta de UE y FMI, cancelación de la deuda”. El paro en el sector público volvió a ser contundente, destacándose en las reparticiones estatales, la docencia, trabajadores del Teatro Nacional y correos. Los trabajadores de medios pararon un día antes para poder cubrir la huelga.


 


Según los organizadores, la segunda huelga del año tuvo una participación “hasta un 20 % mayor que en la anterior convocatoria”, y fue precedida por una ola de ocupaciones estudiantiles de colegios y facultades contra los planes privatistas de la educación. Ese movimiento sumó a trabajadores docentes y no docentes,  y tuvo su pico en la marcha de más de 40 mil personas del pasado 17 pasado, en coincidencia con el aniversario del levantamiento contra la dictadura de los coroneles.


 


El éxito de la huelga nacional constituye  un aliento para el conjunto de los explotados griegos en la lucha por enfrentar  el nuevo paquete  que se prepara. La troika insiste en la necesidad de realizar nuevos ajustes. Entre estas demandas, figuran el despido de 5.500 funcionarios, y una reforma de la legislación laboral que permita el despido libre o una nueva reducción de las pensiones.  El nuevo  “rescate” que tramita el gobierno griego,  bajo la forma de una línea de crédito preventivo,  se encuentra atado a este paquete antiobrero.