Internacionales
21/10/2004|873
Los fondos privados quiebran en todo el mundo
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“Las jubilaciones y pensiones están en quiebra. Pero no sólo en Europa, sino en EE.UU. Y no el sistema público, sino el privado (...) Unos 44 millones de trabajadores estadounidenses tienen ahorros invertidos en unos 32.500 planes de pensiones de empresa. Y el sistema tiene un déficit de millones de dólares -unos millones de euros. De esa cantidad, 85.000 millones de dólares pertenecen a ‘empresas financieramente inestables’, según los datos aportados por la Corporación de Garantía de los Beneficios de Pensiones (PBGC, según sus siglas en inglés)”, comentó el diario español El Mundo (19/9).
“La PBGC se hace cargo, precisamente, del pago de unas pensiones mínimas de 43.177 dólares anuales -lo que en EEUU no es ninguna maravilla- en el caso de que las empresas sean incapaces de cumplir sus compromisos con los trabajadores. Pero la crisis es tal que la PBGC ya paga las pensiones a un millón de trabajadores estadounidenses y su capacidad está al límite. En 2001, tuvo un superávit de 7.700 millones de dólares. El año pasado, su déficit alcanzó los 11.200 millones. Según un estudio publicado esta semana por el think-tank Centro de Instituciones Financieras Federales, la PBGC quebrará en algún momento entre 2020 y 2023. ‘Cualquier aseguradora privada que estuviera en esta situación debería ser cerrada’, ha declarado a The New York Times Dou- glas J. Elliott, el director del informe” (ídem).
Por su parte, en Inglaterra se conoció el informe de la Comisión de Pensiones que asegura que “el sistema británico de pensiones tiene un desfase de 57.000 millones de libras anuales (unos 85.00 millones de euros) si quiere que sus jubilados tengan dentro de 30 años el mismo poder adquisitivo que tienen ahora” (El País, 13/10). Según el portavoz del primer ministro, Tony Blair, “en parte se debe a que el boom de la inversión bursátil ha menguado la inversión en fondos de pensiones” (ídem) o, como dice el diario Expansión de España (14/10), “el ahorro privado se esfumó con la Bolsa”.
Entre las “soluciones”, la Comisión presidida por Adair Turner, ex dirigente de la central patronal CBI (Confederación de la Industria Británica), propone “retrasar la edad jubilatoria” (llevarla a 70 años), “admitir que los jubilados del futuro tendrán pensiones inferiores a sus salarios y dependerán en parte de sus familias para subsistir”, y/o “aumentar los impuestos o reducir el gasto público” (El País, 13/10). Un verdadero grito de guerra contra los trabajadores del “primer mundo”.