Los nuevos “errores” de Israel


Israel sigue atacando instalaciones y dirigentes de Hamas. Su objetivo es expulsar a Hamas del gobierno de la Autoridad Palestina. Este objetivo no sólo es compartido por Estados Unidos; también participan de él la Unión Europea, los países árabes y la dirección de Al Fatah.


Al frente de las fuerzas de seguridad de Al Fatah se encuentra Mohammed Dahlan, que en el pasado actuó como enlace entre las fuerzas de seguridad palestinas, las israelíes y la CIA bajo la presidencia de Arafat y dirigió la represión contra Hamas en los ’90 (Financial Times, 27/5). Las fuerzas dirigidas por Dahlan están financiadas y armadas por los Estados Unidos y entrenadas por Egipto. Desde que Hamas ganó las elecciones de la Autoridad Palestina, a comienzos del año pasado, Estados Unidos y Europa han sometido a su gobierno a una brutal asfixia económica para forzar su caída; lo mismo hizo Israel con los impuestos que recauda a cuenta de la Autoridad Palestina.


Frente al ataque combinado de Israel y las fuerzas de seguridad palestinas, que actúan con el respaldo del imperialismo y los regímenes reaccionarios árabes, Hamas rompió la tregua que venía observando desde hacía más de seis meses. Retomó entonces el lanzamiento de cohetes sobre la ciudad israelí de Sderot. En la última semana cayeron 200 cohetes (que lanzan también otros grupos palestinos).


Aunque han provocado pocas víctimas, los cohetes causan enormes destrozos y, sobre todo, una gran desmoralización de la población, que ha comenzado a abandonar masivamente la ciudad. Se repite, en el otro extremo de Israel, el éxodo que caracterizó a las ciudades del norte durante la guerra contra Hezbollah.


Los bombardeos israelíes contra Hamas no han impedido que los cohetes sigan cayendo sobre Sderot. Los lanzamientos de la última semana muestran que Hamas no sólo mejoró el alcance y la precisión de sus cohetes; además mejoró su tecnología, permitiendo a las cuadrillas que los disparan huir antes de la llegada de la inmediata represalia israelí (El País, 28/5). De esta manera, las bajas que sufre como consecuencia de los ataques se han reducido sensiblemente.


Para Israel, Hamas se ha convertido en un “enemigo fantasma” (El País, 28/5). Aprendiendo las lecciones de la guerra del Líbano, Hamas enterró buena parte de su infraestructura; sus militantes y dirigentes no se dejan ver. “Sólo unas pocas decenas de miembros se las juegan para mantener el fuego sobre las comunidades israelíes” (ídem).


El gobierno israelí lanza sus aviones pero no se atreve a invadir Gaza. Sabe que sufriría una importante cantidad de bajas pero no podría obtener resultado alguno: “la eliminación completa de Hamas (por vías militares) es completamente imposible, a juicio de cualquier analista militar israelí” (El País, 21/5). La incapacidad de la aviación sionista para impedir los lanzamientos lo confirma.


“Lo que está sucediendo estos días en Sderot y en el desierto del Negev es tan grave por sus implicaciones futuras como los errores cometidos en la guerra contra Hezbollah. No hay mayor triunfo para nuestros enemigos que la deprimente evacuación de una ciudad israelí. Ya pueden ver el siguiente paso: primero Sderot, luego Ashkelón, y quien sabe si Tel Aviv” (El País, 27/5). El autor de estas líneas es el principal editorialista del diario israelí Yedioth Ahoronot.


Se trata de una conclusión demoledora. La advertencia del editorialista del diario de la derecha sionista es que Israel enfrenta en Gaza la perspectiva de sufrir otra “derrota estratégica”, similar a la que sufriera en Líbano hace un año. Esta vez, contra otra guerrilla popular, pero de un poderío militar inferior al de Hezbollah.


Uno de los principales editorialistas del Financial Times (28/5) advierte sobre los riesgos de continuar pudriendo la situación en Gaza: “En ausencia de cualquier desarrollo positivo, hay signos preocupantes de que en Gaza (…) están creciendo nuevos grupos partidarios de la ‘guerra santa’ que la comunidad internacional podría encontrar incluso menos aceptable que Hamas”. Después de todo, recuerda, Hamas cumplió rigurosamente durante seis meses una tregua con Israel… hasta que sus militantes fueron atacados en Gaza por Dahlan y en Cisjordania por el ejército israelí.