Los objetivos políticos del MRTA

El MRTA es un grupo surgido a mediados de los ‘80, que a poco de andar, siguiendo la teoría del ‘foco’ guevarista, comenzó a desarrollar la lucha armada en la selva peruana. La represión fujimorista lo ha debilitado enormemente: sus principales dirigentes y la mayoría de sus militantes están presos, y son varios los que consideran que la toma de la embajada podría ser su ‘última carta’.


El objetivo político que persigue el MRTA con la toma de la embajada –coinciden analistas muy significativos, como el coronel retirado del ejército peruano José Balletti y Brian Jenkins, subdirector de la empresa de seguridad Kroll Associates, de Nueva York–, es forzar al gobierno a abrir una ‘negociación de paz’ que le permita ‘integrarse al proceso político’ como ‘un partido’ (The Wall Street Journal, 26/12). El ‘modelo’ del MRTA son los ‘acuerdos de paz’ de Colombia, El Salvador y, precisamente en estos días, Guatemala, que permitieron al M-19, al FMLN y a la UNRG, “dejar de ser movimientos clandestinos para convertirse en partido(s) político(s)” (ídem). Los propios voceros del MRTA en la embajada señalaron que ya hicieron el mismo ofrecimiento, sin éxito, en dos oportunidades (una a Alan García, la otra a Fujimori).


Uno de los secuestrados liberados por el MRTA, el director del periódico financiero Gestión, sostiene que el jefe de los guerrilleros que tomaron la embajada “insistió en la necesidad de ‘unificar fuerzas por un gobierno nacionalista, en alianza incluso con empresarios de esa orientación’”, y que “dejó de lado toda referencia a suscribir un modelo económico estatista sino que se inclinó por un ‘sistema mixto’” (Ambito Financiero, 26/12). Precisamente, este giro privatista y ‘empresarial’ es el que ya describieron, ampliamente, el FMLN, el M-19 y la UNRG.