Los yanquis invierten en Irak, vía Rusia

El compromiso que descongestionó la amenaza de agresión contra Irak en el Golfo Pérsico puso en claro que Irak pretendía forzar una negociación para poner fin al embargo petrolero que provocó ya “la muerte de más de un millón de personas por hambre y falta de medicamentos en siete años” (21/11).


Emilio J.Cárdenas, miembro de la Comisión de la ONU que terció en la crisis, reconoció “que del espectro de medicamentos que la población irakí debe tener disponible, hoy apenas está disponible el 4%. No puede ser. Irak sufre problemas muy serios. El sistema de salud está en muy mal estado. Los hospitales sufren cortes de luz de 20 horas al día, el sistema de cloacas y el de agua potable están en colapso” (El Cronista, 21/11). Las sanciones a Irak son sólo una parte de las que aplica el gobierno yanqui a “35 estados diferentes, que contienen 42% de la población total del mundo”(Ambito, 20/11).


Irak ha evitado la guerra de la mano de una fuerte presión de Rusia y Francia en el Consejo de Seguridad. Estos están interesados en el levantamiento de las sanciones económicas, debido a las inversiones que tienen pactadas para la reconstrucción de la industria petrolera irakí, por más de 10 mil millones de dólares.


Pero ahora se ha venido a saber que Yeltsin acaba de firmar un decreto que permite la compra de Gazprom y demás empresas energéticas rusas hasta en un 100% por parte del capital extranjero (Financial Times, 20/11). En estas condiciones, las “sanciones (comerciales de los yankis), dice el ya citado Cárdenas,perjudican al propio sancionador. O al menos a algunas de sus principales empresas” (Ambito, 20/11).


Lo que la prensa presenta como una ‘victoria’ de los burócratas restauracionistas es una consecuencia de la completa colonización de Rusia por parte del imperialismo yanqui.