Como todo el mundo sabe, cuando se dio a conocer el “grupo de amigos” de Venezuela, Chávez hizo un viaje relámpago a Brasilia para protestar en cuanto a su composición. Lula diría más tarde que era una ventaja tener un grupo con opiniones contradictorias, porque era una forma de escuchar a todas las partes. Claro que no se trataba de eso, porque la única parte legítima y soberana es el gobierno democráticamente electo. Con relación al tenor de la reunión que tuvieron Lula y Chávez hemos recibido dos versiones que queremos dejar testimoniadas para nuestros lectores.

La primera, que emana de las más altas fuentes del Movimiento V° República (MVR), dice que Lula se había comprometido con Chávez en una determinada composición del grupo, que incluía a países de la OPEP y a Francia, y que Lula había contrabandeado la propuesta para meter a Estados Unidos y España, dos países que habían apoyado fuertemente el golpe de abril. La fuente calificó la conducta de Lula como una “traición”.

La otra versión, emana del partido comunista de Venezuela y dice que Lula le pidió a Chávez que renuncie. Confirmaría esta versión un juicio posterior de Lula que hace referencia a la “incompetencia” de Chávez para gobernar.

Así están las cosas con el centroizquierdismo latinoamericano cuando enfrenta un proceso revolucionario. Lula no quiere que lo volteen a Chávez sino que éste se vaya solo.