La "paz" en el Golfo

Masacre de palestinos en Kuwait

Los palestinos de Kuwait han sido sometidos a un verdadero genocidio desde la “liberación” del país por las tropas imperialistas.

En los primeros días de la “reconquista” grupos paramilitares y de la “resistencia kuwaití” secuestraron, torturaron y asesinaron, según denunció la organización defensora de los derechos humanos Middle East Wacht, a miles de palestinos y residentes de o-tras nacionalidades. Los cruzados de la “ley internacional” han esgrimido el argumento nazi de las “culpas colectivas de los pueblos” para cometer estos crímenes, como se hiciera en el pasado con millones de judíos, polacos, gitanos y soviéticos. El Tribunal de excepción (que actúa bajo la declaración de la ley marcial) ha dictado, por otra parte, la condena a muerte para una treintena de palestinos. “Los juicios son llevados en violación de todas las normas de justicia ya que han apelado abundantemente al recurso de los testimonios anónimos” (Le Monde, 20/6).

Los palestinos condenados a muerte sin prueba alguna son, según Le Monde, los “chivos expiatorios” de una campaña para expulsar a los 170.000 palestinos que aún se encuentran en Kuwait.

El ministro kuwaití de justicia, encargado de la instrucción de los sumarios, anunció que aún los palestinos declarados inocentes por los tribunales militares serán expulsado ya que “puede ser que los jueces no hayan podido encontrar las pruebas que los acusen” (Le Monde, 28/6).

Como consecuencia de esta campaña, los palestinos están huyendo en masa del país. Le Monde denuncia el perjuicio que esta campaña causa al capitalismo, toda vez que “priva al emirato de una mano de obra calificada de la que tiene necesidad para la reconstrucción”.

Antes de la guerra, los 400.000 residentes palestinos constituían la columna vertebral de la clase obrera y percibían salarios muy inferiores a los de los kuwaitíes y carecían de derechos políticos y sindicales, esto a pesar de su alta capacitación laboral.

La diplomacia norteamericana ha ¡do muy lejos en el encubrimiento de la masacre, al punto que Bush se negó a condenarla con el pretexto de “desconocer la totalidad de los hechos”(¡pero los conoce en parte!).

El genocidio que ejecutan los emires kuwaitíes responde a la necesidad de enfrentar la violentísima crisis del Estado kuwaití. La revista norteamericana U.S. News & World Report señala precisamente que “existe un enojo creciente en todos los sectores sociales; diplomáticos occidentales previnieron que podrían ocurrir disturbios a gran escala porque la prometida democratización está estancada y habría militares del lado de la oposición”.

El “nuevo orden mundial” sólo existe en los sueños de Bush… y en las renovadas pesadillas de los pueblos oprimidos del mundo.