Más de 50 mil personas desfilaron este último miércoles por las calles de Santiago de Chile, y centeneras lo hicieron en otras ciudades del país como Valparaíso, Concepción, Temuco y Valdivia, exigiendo el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en Chile. 

Haciéndose eco de la masiva lucha del movimiento de mujeres argentino, la manifestación chilena se vistió de verde para poner en la agenda popular este reclamo que sacaría de la clandestinidad la práctica del aborto en ese país que, como denuncian las manifestantes, se lleva la vida de miles de mujeres por año. Además del derecho al aborto, se escucharon reclamos también por educación sexual y no sexista.

Hay que recordar que hasta el año pasado Chile formaba parte de la vergonzosa lista de países que prohibía el derecho al aborto en todas sus formas. Recién en 2017, a partir de la lucha de las mujeres chilenas, se consiguió imponer el derecho al aborto en tres causales; violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto. Si bien este fue un enorme paso adelante, los alcances de esta Ley fueron desdibujados por incluir en la misma la posibilidad de objeción de conciencia de instituciones enteras. 

Desde entonces, y apalancado por el ascenso de la lucha de la mujeres a nivel mundial, el movimiento de mujeres chileno viene ganando gran impulso ante la mirada impotente de una Iglesia católica chilena sumergida en una crisis histórica a partir de los escandalosos casos de abuso y corrupción por parte de sus funcionarios.  Son sus fuerzas de choque, grupos neonazis y ultraderechistas, que actúan a contra golpe del movimiento atacando a las mujeres en lucha. Sobre el final de la marcha de la ciudad de Santiago de Chile, 3 mujeres fueron atacadas por estos grupos que las hirieron con armas blancas. Afortunadamente se encuentran fuera peligro.  

Este hecho, que debe ser repudiado y condenado, no hará retroceder un centímetro este vasto movimiento de mujeres que viene demostrando una enorme predisposición de lucha.

La lucha y el Congreso

El senador Guido Girardi del Partido por la Democracia (PPD) y presidente de la comisión de Salud del Congreso anunció que recibió un pedido desde Plataforma por un Aborto Legal y Seguro, una carta con más de mil firmas reclamando que se trate el tema en el Congreso. A partir de esto pero fundamentalmente de las masivas movilizaciones, anunció que la semana próxima presentará un proyecto de ley que despenalizará la práctica del aborto bajo cualquier circunstancia hasta las 14 semanas de gestación. Mientras que el senador Manuel José Ossandón (del derechista Renovación Nacional) anunció que van a combatir esta iniciativa severamente. Haciéndose eco también de la experiencia argentina, planteó ser parte de la raquítica, oscurantista llamada “pro-vida” #OlaCeleste.  El gobierno de Sebastián Piñera se ubica claramente en este sector, ya anunció que está en contra del reclamo de las mujeres.

El movimiento de mujeres chileno se ha puesto sobre sus espaldas una lucha que va más allá de una Ley, enfrenta a un Estado atado por mil y un lazos a la Iglesia católica y por lo tanto opuesto por el vértice a los derechos más elementales de las mujeres. En el contexto de un ajuste feroz sobre conjunto del pueblo chileno, es fundamental reforzar la movilización en las calles sumando al reclamo por el derecho al aborto a los sindicatos y organizaciones de trabajadores para darle mayor impulso a esta lucha.