Medio Oriente: Mambrú se fue a la guerra y ya no volverá


Cuatro años después del anuncio de la retirada de las fuerzas norteamericanas de Irak, Obama anuncia el ‘regreso': 450 ‘instructores' se suman a los 3.100 consejeros militares americanos ya apostados en Irak. Alega como causa el avance del Estado Islámico (EI), aunque se trata de remediar la completa descomposición del ejército de Irak (entrenado por Estados Unidos) ante esa ofensiva. La situación se ha hecho directamente insostenible, incluso después del recambio operado en el gobierno iraquí, con el proclamado objetivo de superar su carácter sectario.


 


Ante este descalabro, la Casa Blanca ha recurrido a Teherán, para lo cual se ha visto obligado a firmar un acuerdo nuclear. La recuperación de Tirkit, una ciudad importante tomada por el EI, recayó sobre las tropas de elite enviadas por Irán. La Casa Blanca no había logrado movilizar el apoyo de las minorías sunitas, que en definitiva se mantienen neutrales frente al EI. La operación en marcha del ejército de Irak para reconquistar Ramadi, otra ciudad muy importante, es sostenida por fuerzas paramilitares chiítas bajo la tutela de Irán. Está claro que el recurso a la acción aérea no sirve para decidir la situación sobre el terreno. Por eso progresan las advertencias de que Estados Unidos podría volver a intervenir en masa. De otro lado, el segundo aliado más importante en la zona, Arabia Saudita no esconde su preferencia por el EI -lo mismo que Turquía. La burguesía norteamericana ha desatado una guerra por el control del mercado petrolero, que podría acabar en una crisis revolucionaria en Arabia Saudita.


 


“Perdiendo Medio Oriente”


 


El impasse ha provocado fuertes tensiones dentro del campo imperialista. “Perdiendo Medio Oriente” -se atreve a señalar The Economist en su tapa- en la línea del reclamo de un fuerte involucramiento terrestre por parte de Estados Unidos. El problema para ello, entre muchísimos otros, es que los yanquis se están metiendo hasta el cogote en Ucrania.


La cuestión del Medio Oriente es indisoluble de una crisis mundial, cuyos protagonistas son las principales potencias en presencia.