Medio siglo de Villas Miserias y de falta de techo para los trabajadores

Las "villas miseria” no son un invento popular patentado por una serie de vagos y lúmpenes que allí se han instalado en forma oportunista. A las villas las puso en pie materialmente la oligarquía con la gran desocupación de los años 30, y esto continuó aún bajo el peronismo ya que alojaban a los obreros extranjeros y a los campesinos del interior que llegaron a Buenos Aires a trabajar en las fábricas.

Las villas aparecen en el país con la gran crisis capitalista de 1930. En la zona de Puerto Nuevo se construyen las “casillas de emergencia” bajo control estatal para albergar a la masa de obreros desocupados y sus familias. Entre 1946 y 1948, el gobierno peronista construye en la misma zona “con carácter provisorio”, el llamado Barrio de Inmigrantes, en su mayoría obreros europeos sin casa; a esa zona se suman, simultáneamente, los trabajadores del interior. Así nace la primera gran villa, la de Retiro, en un proceso ininterrumpido entre 1930 y 1948.

Ei ejemplo de Villa Retiro es seguido en otras zonas y terrenos fiscales. Muchos obreros se instalan cerca de sus fábricas, con el acuerdo de las autoridades y de los propios patrones. Villa Acumuladores, por ejemplo, se construyó precisamente con las cajas de baterías en desuso cedidas a los obreros que trabajaban en la fábrica. La Isla Maciel fue primero poblada por los peones de los grandes frigoríficos del litoral que se mudaron al Puerto de Buenos Aires. En esa gran Villa confluyeron los inmigrantes europeos con los trabajadores agrícolas y los campesinos recién llegados a la Capital.

La política burguesa

Los barrios de emergencia sirvieron al capitalismo como forma de abaratamiento de la mano de obra. Los bajos sueldos fueron “compensados” por la ausencia del pago del alquiler. Para ello el obrero y su familia pasaron a vivir sin luz, ni agua corriente, ni veredas, ni cloacas.

Perón • El gobierno de Perón comenzó, a través del Banco Hipotecario, la construcción de viviendas populares. Los historiadores del justicialismo (Hernández Arregui) destacan que durante los dos gobiernos justicialistas se construyeron, unas 500 mil viviendas. Aun así, se ha establecido que entre 300 y 600 mil personas se instalaron en ese período en las Villas. El Segundo Plan Quinquenal (1953) asignaba al Banco Hipotecario la financiación de 300 mil nuevas viviendas, de las cuales solo llegaron a construirse algunos miles entre 1953 y 1955.

Libertadora • La Libertadora planteó “la eliminación de las villas” mediante la creación de la Comisión Nacional de la Vivienda (1956). Primero hizo un censo, determinando que existían 62 villas en Capital y Gran Buenos Aires, aunque extraoficialmente se estima en el doble la cantidad para ese período.

El Plan de los gorilas consistía en "erradicar” unas 200 mil personas en un lapso de ¡24 meses! De acuerdo a los propios datos oficiales, en el período de siete años, 1956-63, se construyeron solamente unas 727 viviendas anuales promedio (4362 habitantes) para toda el área metropolitana, correspondiendo 214 viviendas anuales (1284 habitantes) para la Capital. Esas pocas viviendas no fueron, sin embargo, entregadas a los villeros, sino en gran mayoría a “acomodados” por el gobierno.

Frondizi • También anunció que terminaría con el “problema villero”. Para ello obtuvo un suculento préstamo del imperialismo (Banco Interamericano de Desarrollo). Con ese dinero puso en marcha la construcción de los llamados popularmente “medios caños”, que consistían en una chapa acanalada doblada, con tirantes, que según dicen aún hoy los que allí vivieron, eran un suplicio: en verano hacía más calor adentro que afuera, y en invierno al revés. Durante el gobierno de Frondizi la situación de vivienda se agravó aún más; miles de desalojados y sin techo se mudaron al Albergue Warnes, en el barrio de Chacarita. En Capital las veintitrés villas del censo de 1956 pasaron a ser treinta y tres de acuerdo al Censo municipal de 1963. Los préstamos del BID fueron, en realidad, una gran fuente de ganancia para los capitalistas “inventores” del medio caño.

Illía • Subió en octubre de 1963 prometiendo “solucionar el - problema de las Villas”. También obtuvo un préstamo del BID para erradicar el Bañado de Flores (Plan Piloto). Simultáneamente se decreta por ordenanza 20.220 la ‘‘erradicación". Si ¡bien el decreto establece la reinstalación de las ¡familias y un previo acuerdo con los habitantes, se comienzan a producir sistemáticos Incendios de villas, con posterior desalojo para "seguridad" de los habitantes.

Onganía • Este siguió la misma política de su antecesor. Continuaron no solo los incendios “casuales” sino que se desalojaron 83 villas entre 1966 y 1969 a fuerza de represión. Algo más de 25 mil personas ¡fueron realojadas en nuevas viviendas sobre un ¡total estimado en el plan oficial en algo más de 200 mil. Mientras tanto, entre 1956 y 1968 la cantidad de habitantes de villas se duplicó (censo 1970), a pesar de la gran cantidad de desalojados y cierre de villas.

Perón • El gobierno peronista que subió en 1973 también anunció un Plan, el Alborada, destinado a solucionar “definitivamente” el tema de las villas. Pero de este Plan solo se beneficiaron, según datos oficiales, 1690 personas que fueron instaladas en Villa Corina. En 1974 comenzó una sistemática política de represión contra las villas. La Villa Saldías fue desalojada por un operativo de fuerzas militares y policiales, en una sola noche. Posteriormente ocurrió lo mismo con la mayor parte de la Villa de Retiro. Una manifestación de protesta de los villeros fue duramente reprimida y asesinado uno de ellos.

Proceso • dictadura de Videla profundizó y perfeccionó el método de Illia, Onganía y López Raga. De noche, bandas armadas y carros de asalto llegaban a las villas y secuestraban a los dirigentes villeros, desalojando en una sola jornada a todo el ¡barrio. Así ocurrió con la de Bajo Flores (1-11- 14). Para 1980 más de 123 mil personas fueron echadas de las villas, empujadas de sus casas, en Capital y Gran Buenos Aires (La Razón, 22/8/80).

Alfonsín • El actual gobierno tiene votado un Plan Piloto para erradicar villas, como el del Barrio Illia en Bajo Flores. Hasta el momento se han adjudicado unas trescientas unidades, de las cuales sólo ¡veinte! corresponden a los villeros. El resto, a acomodados. Esto ha llevado a muchos trabajadores a ocupar, recientemente, las viviendas del Barrio Illia. Cabe señalar que las casas entregadas a esos veinte villeros de Ia 11-14 son una verdadera estafa: entra agua por los techos, la estructura del edificio tiene grandes fallas; los capitalistas hacen su agosto con los costos inflados que pasan por la obra, haciendo firmar a los adjudicatarios de conformidad con lo que ila empresa constructora y la Municipalidad afirman haber entregado.

Soluciones obreras

La burguesía nacional y la oligarquía han sido los gestores directos de las villas. Actualmente fomentan nuevas villas. En Tierra del Fuego, donde las grandes empresas hacen su agosto con el contrabando y el no pago de impuestos, grandes camadas de obreros desocupados llegan a ofrecer su fuerza de trabajo. Se los tienta con buenos sueldos. Pero no hay viviendas. Los obreros y sus familias han formado en Ushuaia nuevas y enormes villas, escondidas de la vista de los turistas, por las laderas montañosas, en donde no hay ni cloacas, ni luz, ni agua corriente. Se repite así la situación de hace cincuenta años, pero agravada, pues hoy ei déficit de viviendas nacional es de tres millones. Un millón de viviendas acaparadas por grandes capitalistas permanecen vacías para especulación financiera.

No ha existido un solo gobierno, civil o militar, en el cual la clase explotadora que dirige el país haya dado satisfacción a la cuestión vil lera. Los cínicos hablan de planes, que solo sirven para engordar cuentas de algunos capitalistas. Esos supuestos "planes de erradicación”, no son otra cosa que una pantalla para justificar negociados. ¡No hubo un solo plan serio de solución! Sólo se han construido algunos miles de viviendas a precios de oro, pagados por el estado y los trabajadores. Los desalojos masivos han justificado otros negociados, como hoy es el Barrio Illia, y ayer lo fue el Parque Almirante Brown y tantos más.

El Partido Obrero señala que solo una planificación concreta con un impuesto a los grandes capitalistas, destinado a las viviendas populares dará solución al problema, el cual deberá financiarse con el no pago de la deuda externa e interna y un impuesto confiscatorio al gran capital. Además, deberán disponerse de las viviendas ociosas y vacías, para superar la emergencia de los trabajadores. La burguesía ha gobernado bajo todas sus fracciones, desde el justicialismo a los gorilas, con ninguno ha existido solución al problema de los trabajadores de las villas. Solo el gobierno de los trabajadores dará cabal respuesta a este grave problema.