Merkelandia y los trabajadores (pase y vea)

Nada original: congelamiento y ajuste salarial. En 2010, los salarios se encontraban en Alemania un 4% por debajo del nivel alcanzado una década atrás. Se trata de un promedio, pues según un reciente estudio del Instituto de Investigación de Empleo (IAB), difundido por el Financial Times, una cuarta parte de los trabajadores alemanes gana un salario de "bajos ingresos". La distancia entre el salario a tiempo completo y los llamados "nuevos empleos temporales" se ha agigantado. Es el resultado de las llamadas "reformas de mercado" impuestas por el gobierno socialista Gerard Schröeder (1998-2005) para "combatir" el desempleo.


Merkel hizo campaña reivindicando la reducción del desempleo de 5,2 millones de desocupados de 2005 a 2,9 millones el año pasado. Allá como acá, sin embargo, la reivindicación es un fraude: el desempleo elevado fue sustituido por empleos con salarios miserables y diversas formas de precarización laboral. Los especialistas denominan a los trabajadores con contratos por tiempo parcial, una "sub-clase". Según denuncia un dossier especial sobre Alemania, publicado por el diario español El País (26/8), los receptores de ayuda social -unos 4, 4 millones de adultos en condiciones de trabajar y 1,7 millones de niños y adolescentes- no figuran en las estadísticas oficiales del paro.


El número de trabajadores temporales casi se ha triplicado en Alemania en los últimos 10 años -suman alrededor de 822.000, según la Agencia Federal de Empleo. Más de 7,4 millones de alemanes tienen un "mini -job" -un contrato que permite a un empleado a ganar hasta 450 euros al mes libres de impuestos; una completa miseria. Estos mini- empleos se han generalizado en las industrias de servicios tales, como el comercio minorista y en hoteles. Otro parecido con la Argentina "nac and pop" es la tercerización creciente en sectores como cervecerías, panaderías y la industria de procesamiento de carne. Hay otras semejanzas si creemos lo que declaró recientemente Andreas Wegner, a cargo de una oficina de empleo en Neubrandenburg, una localidad del este alemán: con los salarios actuales "son muchos los trabajadores de tiempo completo que, sin embargo, no pueden mantenerse a sí mismos y a sus familias"; es decir, que son pobres. En la "rica" Alemania ni siquiera hay un piso para el salario. En el territorio de la vieja Alemania ‘comunista', el vaciamiento no cesa: la región ha perdido dos millones de habitantes y la desocupación es el doble de la media nacional, como lo acaba de revelar el Instituto para la investigación Económica de Halle. La población envejece, los jóvenes emigran, los departamentos abandonados suman centenares de miles, las ciudades se "evaporan".


Pero no es sólo Alemania del Este. Un informe de Le Monde acaba de registrar la verdadera debacle de la vieja región industrial de la cuenca del Rhur, signada, dice, por la "pobreza y la desocupación". En Dortmund, la séptima ciudad del país con casi 600.000 habitantes, los desocupados suman 13,4% de la población activa. El 80% de ellos está sin trabajo desde hace más de un año y el 27% de los habitantes de la ciudad son… pobres. El 43% del presupuesto municipal se consagra a programas "sociales", mientras era el 25% en los años ’70. ¡Esto ocurre en la Europa que marcha a "primera velocidad"!


Final: una parte cada vez mayor de los trabajadores, según el mismo Le Monde, no puede mantener a sus adultos mayores, que en proporción creciente son enviados a… Polonia, donde los tratamientos e internaciones geriátricos son más baratos. ¡El capital alemán ha resuelto enviar a sus viejos a la deportación y al exilio!