Internacionales
16/1/2017
México: la furia contra Peña Nieto y el gasolinazo no se detiene
En la capital del estado de Baja California se movilizaron más de 50 mil personas
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@tomaseps
La masiva movilización que tuvo lugar en Mexicali, capital del estado mexicano de Baja California, fue el punto más resonante de un reguero de manifestaciones en el país el pasado domingo 15. Las protestas contra el “gasolinazo” y el presidente Peña Nieto mantienen su vitalidad luego de dos semanas.
Los informes oficiales indican que en Mexicali se concentraron más de 40.000 manifestantes -cifra que sus organizadores colocan en 50.000-, quienes ocuparon las sedes del Congreso estadual, el palacio municipal, el gobierno del estado y la oficina de recaudación de rentas estatal, y levantaron la consigna de "Fuera Peña, fuera Kiko" -en referencia al gobernador provincial. Los manifestantes de esta ciudad situada en la frontera con Estados Unidos ya habían sido noticia por la ocupación durante una semana de la petrolera estatal Pemex.
La denuncia contra el aumento del combustible y su impacto en la carestía de la vida se combinó con la oposición popular a la concesión del servicio de agua a la iniciativa privada, al tiempo que se expresaron reclamos por "la jubilación de más de 3.000 maestros que cotizaron por más de 30 años; el pago a docentes interinos; el esclarecimiento de desapariciones forzadas y femicidios; el cumplimiento del acuerdo de salario a jornaleros de San Quintín, fijado en 300 pesos; y la reducción del salario del gobernador en un 70%" (Télam, 16/1). Como en todo el país, en Mexicali la lucha contra el gasolinazo ha catalizado el conjunto de las demandas populares frente a una crisis social de proporciones.
Otras 18.000 personas se movilizaron en Tijuana, la ciudad más poblada de Baja California, al tiempo que hubo protestas en los estados de Sonora (10.000 se concentraron en Hermosillo, su capital), Guerrero, Oaxaca, Jalisco, Tabasco, Sinaloa, Morelos, Zacatecas, Chiapás, Puebla, Michoacán e Hidalgo.
En Ciudad de México marcharon más de 5.000 personas y tuvo lugar un acto frente al Palacio Nacional, en el que se leyeron las resoluciones de las cuatro asambleas populares realizadas en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el Monumento a la Revolución, las Islas de Ciudad Universitaria y el kiosko del Jardín Hidalgo de Coyoacán. Quedó planteada la participación en la movilización del 20 de enero, contra la asunción de Donald Trump a la presidencia norteamericana; en la asamblea nacional del día 21 contra el alza de la energía y por la dimisión de Peña Nieto; y en la acción global del día 26 exigiendo justicia por los estudiantes asesinados de Ayotzinapa.
Como ya se había puesto de manifiesto, los diversos intentos de Peña Nieto por contener la movilización popular (desde la represión hasta el anuncio de un "Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar") resultan inocuos.
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