Más de mil personas fueron asesinadas desde fines de mayo en la Franja de Gaza cuando se acercaban a buscar ayuda humanitaria, según el último reporte de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Como se sabe, las tropas israelíes adoptaron la práctica de disparar contra las multitudes hambrientas que se aproximan a la sede de una fundación que cuenta con apoyo israelí y norteamericano, instituida con el propósito de desplazar a los organismos internacionales y montar un sistema extorsivo de reparto de alimentos.

En paralelo, las consecuencias del bloqueo total impuesto por Israel a comienzos de marzo llegaron a un nivel dantesco. En las últimas 24 horas, de acuerdo a las autoridades sanitarias de la Franja, 15 personas –incluyendo cuatro niños- murieron de hambre. Son más de 17 mil los chicos que padecen desnutrición aguda, muchos nacen prematuramente debido a la mala alimentación de las madres, y las familias comen con suerte una vez al día. Ya en el mes de abril, algunos medios internacionales alertaban que las panaderías cerraban por falta de harina y que el pan se había vuelto un lujo.

El personal sanitario no la pasa mejor. “Médicos, enfermeras, periodistas y trabajadores humanitarios, entre ellos, los empleados de UNRWA, pasan hambre. Muchos de ellos se desmayan hoy de hambre y agotamiento mientras cumplen con sus obligaciones", advirtió Philippe Lazzarini, referente de esa organización. Ante la falta de insumos sanitarios, además, los trabajadores deben improvisar pañales con “bolsas de plástico” o ropa vieja.

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La agencia de prensa francesa AFP emitió un dramático mensaje sobre la situación límite que atraviesan sus periodistas. "Desde que se fundó la AFP en agosto de 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto a un colaborador morir de hambre".

Y, así como priva deliberadamente a un pueblo entero del acceso a la comida (hay 6.000 camiones de la UNRWA con alimentos y medicinas varados en la frontera jordana y egipcia), el Estado israelí completa este círculo genocida con la privación del agua. Dos de las tres plantas desalinizadoras con que cuenta Gaza fueron destruidas, y la restante apenas funciona debido a la falta de combustible para hacerla funcionar. Mientras tanto, la firma israelí Mekorot (la misma que tiene convenios con varias provincias argentinas y querría quedarse ahora con AySA) cortó la provisión de este recurso vital a través de sus tuberías.

Este genocidio cuenta con el apoyo del imperialismo yanqui y europeo, que esgrime discursos hipócritas mientras sostiene todos los vínculos comerciales y la venta de armas al Estado sionista. Y con el respaldo de Milei, que en su última gira internacional calificó a Israel como un "faro de la libertad y la civilización".

No al genocidio. Cese de la agresión sionista e imperialista contra Palestina, Siria, Líbano, Yemen e Irán.

“Una acción internacionalista ante el avance hacia la guerra mundial”

Ya salió el folleto con los documentos de la Conferencia de Nápoles -

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