Miles en las calles de Alemania contra la extrema derecha

Unir a toda la clase obrera –alemana e inmigrante– bajo una misma bandera de lucha.

Desde Berlín

Algunas de las bandas más grandes del punk alemán, como Die Toten Hosen y K.I.Z., se sumaron al reclamo, mostrando el apoyo de la juventud alemana a los refugiados e inmigrantes.

El sábado 1, en un festival gratuito bajo el lema #WirSindMehr (“Nosotros somos más”) se movilizaron más de 65 mil personas en la ciudad de Chemnitz contra la derecha y los neonazis.


La ciudad de Chemnitz fue eco de debate en Alemania y todo el mundo las últimas semanas. Sucede que a fines de agosto, fue asesinado un ciudadano alemán-cubano presuntamente en manos de dos inmigrantes; con esta excusa, simpatizantes de la extrema derecha, neo-nazis y agrupaciones políticas como AfD -el partido de extrema derecha-, Pegida -Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente- y otros se movilizaron al centro con consignas contra refugiados, inmigrantes y anti-fascistas. Luego, emprendieron “cazas justicieras”, razzias y persecuciones contra aquel que, bajo su idea, no fuera alemán.


En las movilizaciones de la derecha, se pudieron ver saludos nazis (prohibidos en Alemania), carteles anti-refugiados y xenofobia. Fueron replicadas en otras ciudades del país, principalmente ubicadas en la región de Sajonia, al centro-este de Alemania.


Aunque los movimientos de extrema derecha cuestionan al gobierno de la canciller Angela Merkel por lo que sería su tolerancia a la inmigración, lo cierto es que ésta ha presentado recientemente un proyecto para excluir a refugiados de su derecho de asilo. En este, propone crear “zonas de tránsito” en la frontera con Austria para aquellos que esperan una respuesta de la Oficina de Inmigración, sin ingreso al país, y “devolver” a su país de origen a las personas que no cumplan con los requisitos para pedir asilo en Alemania. El “estado de derecho”, en definitiva, sigue siendo el primer xenófobo.


A esto debe sumarse que fueron funcionarios estatales los que filtraron la orden de detención de los dos inmigrantes involucrados en el asesinato en Chemnitz a las organizaciones de derecha. Los vínculos entre el “estado de derecho” sajón y AfD y Pegida restan seriedad a los planteos que exigen redoblar la presencia policial para enfrentar a esos grupos. El enfrentamiento de estas bandas es una tarea que corresponde a la organización política de los trabajadores y la juventud.


El trasfondo de las protestas fascistas es el retroceso de Alemania, en el marco de la crisis capitalista, y las tendencias a la desintegración de la Unión Europea. En las últimas elecciones, esta crisis tuvo su expresión en el derrumbe electoral de los dos principales partidos, la CDU de Merkel y la socialdemocracia, que ahora cogobiernan junto a los Verdes. La AfD, que logró un desarrollo electoral que le posibilitó ingresar por primera vez al parlamento, se ha hecho fuerte sobre todo en el este, que es la región más golpeada de Alemania.


Respuesta


La respuesta a las movilizaciones fascistas fue rápida, con contramanifestaciones que en algunos casos chocaron físicamente con las primeras. El jueves pasado, alrededor de 5 mil personas se movilizaron en Berlín bajo el lema “Ob Chemnitz oder Neukölln: Auf die Straße gegen rechte Gewalt” (en Chemnitz o en Neukölln -barrio de Berlín donde viven mayoritariamente inmigrantes-: a la calle contra la violencia de la derecha).


Al canto de “Hoch Die Internationale Solidarität” y “Say it loud, say it clear, refugees are welcome here”, el sábado en Chemnitz se congregaron más de 65 mil personas, desde todo el país, levantando las banderas contra la extrema derecha, y advirtiendo que #WirSindMehr (“nosotros somos más”). Se montó un escenario donde se sumaron las bandas más grandes del punk alemán (como Die Toten Hosen y K.I.Z.) mostrando la popularidad del reclamo y el apoyo de la juventud alemana a los refugiados e inmigrantes.



Esta movida intentó ser explotada por un ala del gobierno alemán, que le prodigó elogios por las redes. A pesar de la enorme cantidad de gente y del espíritu combativo de la juventud, es llamativo que no se organizó ninguna movilización, y, al fin y al cabo, ninguna perspectiva de cómo continuar esta pelea. Un sector de la izquierda alemana ha lanzado ahora la plataforma Levantarse, que encabeza la referente de Die Linke Sahra Wagenknecht, pero su objetivo parece más inclinado a lograr un acuerdo político con los socialdemócratas y los Verdes que a una lucha común antifascista. Según El País (4/9), la referente no niega que su objetivo último es “lograr que los partidos de izquierdas (socialdemócratas, Verdes y Die Linke) sean capaces de ponerse de acuerdo y sumar una mayoría para gobernar”. La lucha contra el fascismo no debe ser confundida con un armado político de rescate del régimen y de la Unión Europea.


Es necesario redoblar la lucha en las calles, y sumar los reclamos de toda la clase obrera, uniendo a refugiados e inmigrantes, con los trabajadores alemanes en una misma bandera de lucha.